Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

8 GERMAN LEGUIA Y MARTINEZ to y de111ás je/es principales de aquel distrito, lo participo a V.E. en contestación para su superior conocimiento.- Nuestro Se11or guar– de a V.E. muchos ai'íos.- Santa Fe, 19 de diciembre de 1803.– Excmo. Se1ior.- Antonio Amar [Virrey de Santa FeJ.- [Hay una rúbricaJ.- Excmo. Señor don Miguel Cayetano Soler, Ministro de Ultra111ar". • 1 ~] "Número 232.- El Virrey del Perú.- Excmo. Señor.- Para que el Gobierno de la ciudad de Guayaquil y su distrito corra unido a este virreinato, corno S.M. lo ha determinado y V.E. me comunica en Real Orden de 8 de julio del año próximo pasado, acabo de li– brar la providencias correspondientes al cumplimiento de esta so– berana resolución, cuyo recibo contesto. Dios guarde a V.E. muchos años.- Lima y enero 23 de 1804.- Excmo. Señor.- El marqués de Avilés.- [Virrey del PerúJ.- Excmo. Sr. Ministro de Hacienda''. VI Juzgaron y pretendieron, por ese tiempo, algunas autoridades e ins tituciones coloniales a quienes la separación causaba disgusto, cuando no perjuicio, que esta última no había sido general, o sea de todos los ramos, ni, en una palabra, absoluta; sino que exclusiva– mente habíase contraído al ramo de Gue!'l'a y Marina, poi· cuanto se basaba en la razón y necesidad única de la defensa. Y cosa igual han sostenido después los abogados ecuatorianos, en la larga y rui– dosa cuestión de linderos internacionales que su patria hasta ahora debate y mantiene con la nuestra. Pero el texto mismo de la Real Orden de anexión, y luego la autoridad de instrumentos irrefraga– bles, presentados al R. Arbitro español por los agentes y represen– tantes de nuestra Cancillería, han dejado establecida Ja generalidad y existencia al alcance absoluto de aquella medida. En primer lugar, la Real Orden mencionada no agregó exclusi– vamente al Virreinato peruano, con vista a la protección y defensa de aquellas zonas en caso de guerra, la mera ciudad y el solo puerto de Guayaquil; sino que a nexó el gobierno de este nombre o, más cla– ro, la provincia entera, constituida hoy por las modernas de Manabí, del Guayas, de los Ríos y del Oro, y entonces dividida en las tenen– cias de gobernación o partidos que se expresan en seguida, con las parroquias y pueblos i;le sus respectivas circunscripciones: Tenencias 1. Guayaquil. 2. La Puná. Parroquias y pueblos. Ciudad Vieja, Centro y Astillero. Puná y Balao.

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