Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

LA VIOLENCIA 201 "Bartolomé Salom, del orden de los Libertadores de Vene– zuela y Cundinamarca, condecorado con la cruz ele Boyacá, gene– ral ele brigada ele los ejércitos de la República ele Colombia, jefe del E. M. G., etc., etc. - A los habitantes de Guayaquil, salud". "Art. J?- S. E. el Libertador ha tomado la ciudad y provin– cia de Guayaquil bajo la protección de Colombia". "Art. L?- El pabellón y escarapela de Cololflbia las tomará la provincia, como el resto de la Nación". "Art. 3?- Todos los ciudadanos, de cualquiera opinión que sean, serán igualmente protegidos y gozarán de una seguridad ab– soluta". "Art. 4?- Colombia será vitoreada en todos los actos públi– cos, así militares como civiles". "Art. 5?- La autoridad de S. E. el Libertador y sus subalter- 11os ejercerán el mando político y militar de la ciudad y provin– cia de Guayaquil". "Art. 6?- Se encarga a los ciudadanos el mayor orden, a fin de evitar las disensiones que han ocurrido". "Art. 7?- Las antiguas autoridades han cesado en sus f uncio– nes políticas y militares; pero serán respetadas como hasta el presente y hasta la convocación de los representantes de la pro– vincia". "Por orden de S. E. el Libertador, publíquese por Bando.– Guayaquil, julio 13 de 1822.- 12 Firmado: Bartolomé Salom". XIII Al mismo tiempo que se promulgaba este bando en los pa– rajes más públicos de la ciudad, hacíase enarbolar la bandera de Colombia en palacio, fuerte, muelle y cuarteles; y circular (entre los curiosos indiferentes, entre los bulliciosos aduladores, o entre los ciudadanos consternados, que contemplaban aquel alarde de fuerza y oían absortos ese úkase moscovita, supresor de su per· sonalidad internacional así como de su libertad política) la si– guiente curiosa proclama, explicatoria de la arbitrariedad y del ultraje por la arbitrariedad y el ultraje mismos, y coronada por una burla y un sarcasmo sang rientos: la primera de consultar, al anexado, al conquistado manu militari, su voluntad de aceptar o rechazar la anexión y la conquista cuando ya había dejado de ser libre; cuando aherrojado y tendido en tierra, tenía sobre la cerviz la planta férrea del déspota.