Historia de la emancipación del Perú: el protectorado
218 GERMAN LEGUIA Y MARTINEZ sino sólo para pregonar la libertad en que debía dejarse a la pro– vincia disputada para resolver por sí sola lo más útil a su situa– ción y a su destino? El deseo y la idea tornáronse, de aquel modo, en resolución y propósito; y ya, para el 19 de enero, fecha de la delegación del poder en Torre Tagle, los dos últimos recibieron, en el decre– to de trasmisión, el óleo solemne de una decisión oficial, enun– ciada, en documento público, como causa eficiente de la renun– ciación y el desprendimiento del mando: "La causa del Continen– te me llama a realizar un designio cuya contemplación halaga mis más caras esperanzas. Voy a encontrar en Guayaquil al Liberta– dor de Colombia. Los in tereses generales, la enérgica terminación de la guerra, la estabilidad del destino de América, hacen esa en– trevis ta necesaria" . .. V ¿Y cuál la oportunidad en que ésta debería realizarse? Bolívar se encargó de fijarla erróneamente, con su determi– nación primaria de pasar de Cali a Guayaquil; determinación in– mediatamente frus trada por la actitud y firmeza renitentes de los hijos de la heroica Pasto. "La división del señor general Torres mar cha a embarcarse en Buenaventura: y, con la Guardia, seguiré luego la misma dirección en todo febrero": tal decía el Libertador a Sucre y a Olmedo, en sus imperativas notas del 2 de enero de 1822; nueva que, trasmitida a San Martín por el último, en los términos premioso-suplicantes que ya conocemos, dio margen al primer viaje del Protector (S). Salió éste en efecto del Callao el 8 de febrero, y el 16, recaló en Huanchaco, donde recibió comunicaciones simultáneas de la Junta de Gobierno del Guayas, del plenipotenciario general Sala– zar y de Sucre; estas últimas redactadas y suscritas en momen tos de salir el jefe colombiano al interior, por la vía de Machala y Yuluj hacia Cuenca. Supo, por todas ellas, San Martín que el Li– ber tador, renunciando de pronto a su deseo de constituirse en (5) Las notas del gobierno de Guayaquil, de fecha 22 de enero, llegaron al Callao el 29 conducidas por el bergantín Flecha; y no el 19, como dice el número 13 de la Gaceta; error de imprenta desmentido por el contexto con– cordante del suelto editorial con que comienza el número 12 del mismo periódico.
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