Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

EL ENCUENTRO 227 ambiente del palacio de Pizarro. "El d ía -exclamaba aquél- en que se realice nuestr a entrevista, el primer abrazo que nos de– mos transigirá cuantas dificultades existan; será la garantía de la unión que ligue a nuestros dos Estados; y no habrá obstáculo que no remueva definitivamente: mi alma se llena de presenti– mientos y de gozo, cuando contemplo aquel momento: nos vere– mos, y presien t9 que la ~mérica no olvida r á el día en que nos abracemos" (13). Y Monteagudo, por su lado, escribía a Olmedo: "El Protector del Per ú se embarca hoy (14 de j ulio) con dirección a esa ciudad; y, en s u en trevista con el Libertador de Colombia, quedarán transadas cualesquiera diferenciasi ·que pudieran 10cu– nir sob re el destino de Guayaquil" ... XII Lo que ha callado Mitre, dejando en la penumbra los planes anteriores, es que San Martín, procediendo desleal, aunque astu– tamen te, en uno de aquellos pujos maquiavélico-diplomáticos a que era tan inclinado, y que le d ieron buen resultado en ocasio- 11es, llegó hasta escr ibir a su rival, días antes del 13 de julio, ma– nifestándole el sentimiento con que causas sobrevinientes y ur– gencias impostergables forzábanle a suspender su marcha al Ecua– dor, y a aplazar, con el viaje, la cacareada entrevista. Tal carta no ha podido ser encontrada, ni es por tanto conocida; pero su exis tencia está, para nosotros, fuera de toda duda, dado el con– tenido de la que el presiden te colombiano escribió en respuesta en la propia mañana del 25 de iulio, esto es, momentos antes de saber que el Protector del Perú acababa de entrar en el estuario del Guayas; carta expresiva, exagerada, cuasi erótica, que el bió– grafo ar gentino copia en su parte sustancial, pero sin explicación ni comenta rio, a ntes bien pasando sobre ella como sobre ascuas, y que a la letra decía: "Es con suma satisfacción, dignísimo amigo y señor, que doy a Ud., por la primera vez, el título que mucho tiempo ha mi co– razón le ha consagrado. Amigo le llamo a Ud. y este nombre será el que deba quedarnos por la vida, porque la amistad es el único vínculo que corresponde a hermanos de armas, de empresa y de opinión. Así, yo me doy la enhorabuena porque Ud. me ha hon– rado con la expresión de su afecto". (13) Notas, ya copiadas, del 3 de marzo y del 13 de julio.

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