Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

230 GERMAN LEGUJA Y MARTINEZ tor se embarcara en el Callao; y la presa era ya decisivamente colombiana, dados los incidentes, que le refirieron, del 13 de aquel mes, víspera de su partida. XV Los edecanes del Libertador diéronle la bienvenida en nom– bre del mismo y pusieron en man9s del Protector un pliego. Ve– nían en éste tres piezas: un oficio y dos cartas: en el oficio, que traía fecha del 23 de julio, decía el Presidente de Colombia: "Al acercarme al Perú, me hallo más fuertemente animado del deseo de conocer a V. E., y de emplearme en servicio de la nación pe· ruana" (16). Las cartas eran, ambas, de esa misma mañana: una, escrita a las siete, aún no conocida la extraordinaria nueva del arribo del destinatario; y otra, de media hora antes (las diez del día), redactada instantes después de participada la presencia de ··un jefe de Estado" por el vigía del puerto. Conocemos la prime– ra, en que Bolívar lamentaba la anw1ciada postergación de la con· ferencia. El Protector abrió la segunda, y leyó en ella lo que sigue: "En este momento hemos tenido la muy satisfactoria sorpre– sa de saber que V. E. ha llegado a las aguas del Guayaquil. Mi satisfacción está turbada, sin embargo, porque no tendremos tiem– po para preparar a V. E. una mínima parte de lo que se debe al héroe del sur, al Protector del Perú. Yo ignoro, además, si esta no– ticia es cierta, no habiendo recibido ninguna comunicación digna de darle fe" (17). "Me tomo la libertad de dirigir cerca de V. E., a mi edecán el coronel Torres, para que tenga la honra de felicitar a V. E., de mi parte, y de suplicar a V. E. se sirva devolver a uno de mis ede– ,:anes, participá.ndome para cuándo se servirá V. E. honrarnos en esta ciudad". "Yo me siento extraordinariamente agitado del deseo de ver realizar una entrevista que puede contribuir en gran parte al bien de la América Meridional, y que pondrá el colmo a mis más vivas ansias de estrechar con los vínculos de una amistad íniima al pa– dre de Chile y el Perú". (16) Larrazábal, op. et vol. cit., pág. 152. (17) Bolívar, en efecto, no había recibido la carta de San Martín del 13, que éste envió momentos después a su destino con el edecán Torres, dando las excusas respectivas. Carta y suscriptor habían partido, a la vez, el 14 del Callao y llegado a Guayaquil el 25.

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