Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

El. ENCUENTRO 233 tarda y majestuosa, y fondea en plena ría frente al puerto, ocupan– do el blanco que ha dejado ex profeso en Ja línea de los buques pe– ruanos, al trueno y entre la humareda de las salvas en que estallan éstos al ingreso del Protector. Rompen en los mismos saludos la armada sutil del puerto; el fortón de Las Cruces, ubicado en la crespa cima del cerro de Santa Ana; y la fusilería de los tres mil y tantos hombres peruanos y colombianos, exis tentes en Ja ciu– <lad, que, para hacer los honores militares debidos al vencedor de San Lorenzo, Chacabuco y Maipú, Protector del Perú, han tendi– do en ala desde el muelle, a lo largo del malecón; y desde éste hasta la casa de Luzárraga, no lejana del desembarcadero. XX Bolívar, sin más compañía que la de sus edecanes, trasladósc a bordo de la goleta conductora de su huésped, a visitarle y pre– sentarle su personal enhorabuena (18); visita rápida y afectuosa, en que se cambian las frases de que se hablará después, concluida la cual tornóse el visitante a tierra en espera de la recepción ofi– cial. para la que constitúyese, con su comitiva de jefes, ayudan– tes y funcionarios, en la casa que debe servir de alojamiento. Inmensidad de pueblo colma las avenidas, la ribera, Jos so– portales fronterizos y hasta los techos. A la vista de aquel gran concurso, aparece San Martín, saludado por indescriptible voce– río, y, tomando el bote engalanado que se le ofrenda a nombre del ayuntamiento, bote a que siguen, con sus acompañantes, otros de la escuadra del Perú, dirígese a la orilla derecha del Guayas, en la cual demora la ardiente sultana del hermoso río, y pone pie en tierra entre los vítores y estrepitosos aplausos de la muche– dumbre. El general Bartolomé Salom, jefe del Estado Mayor General colombiano; el coronel Antonio Morales, jefe, a su vez, del E. M. divisionario del sur; y el síndico procurador general de la ciudad, don José Leocadio Llona, en representación del cabildo guaya– quileño allí presente, todos los que aguardan al recién llegado en el muellecito de desembarco, adelántanse a saludarle y a darle, (18) Así aparece de Ja nota que en 31 de julio dirigió el secretario genera l de Bolívar, José Gabriel Pérez, al Ministerio de RR. EE. de Colombia; documento cuyo segundo párrafo comienza con estas palabras: "Desde que S.E. el Protector vio a bordo a S.E .el Libertador, e tc.".

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