Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

240 GERMAN LEGUIA Y MARTINEZ contra lo que en algunas ocasiones se ha supuesto y pretendi– do (2). IV Cuantos americanos prominentes fueron a Europa hacia me– diados del pasado siglo, y aun aquellos extranjeros que de cual– quier modo interesábanse por las cosas de nuestro continente, tenían, como era natural, que sentir la invencible necesidad de buscar, conocer y tratar a hombre tan notable como el iniciador de la libertad del Perú. Ya veremos cuál y cuánto fue el ahinco que puso en descubrir lo ocurrido a las riberas del Guayas, el capitán francés G. Lafond de Lurcy, que, con la publicación de la carta de 29 de agosto, contribuyó tanto a iniciar el esclareci– miento de las cosas. Y, por lo que hace a los americanos, basta apuntar a nuestro compatriota el general lambayccano don Juan Manuel Iturregui, enviado diplomático del Perú en Europa en 1835; a los prohombres chilenos don Antonio José de lrisarri, don Fran– cisco Pinto y don José Joaquín Pérez, este último presunto Pre· sidcnte de Chile; y a los ilustres argentinos general Rufino Gui– do, Manuel José Guerrico y Domingo F. Sarmiento; a todos los cuales (3), el ex protector hizo revelaciones importantes, que, tras– mitidas al público en alguna forma, fueron poco a poco redon– deando la verdad y aclarando el enigma. (2) Supuesto y pretendido por el propio Mitre, quien, con su antiboH– varismo habitual, devuelve el golpe de rechazo al Presidente de Colombia, asegurando que, conforme al testimonio del plenipotenciario chileno en París, don José Joaquín Pérez, más tarde Presidente de Chile (quien referíase a de· terminadas confidencias de San Martín), fue Bolívar el que ..creyó posible la monarqua en América", siempre que "los reyes fueran americanos"; y que, muy al contrario, San Martín rebatiendo aquella idea, dijo: "No pueden tomar– se a lo serio monarcas que han fumado juntos el mismo cigarro, y que para sus súbditos serían naranjos": V. Mitre, op. cit., vol. III, págs. 626 y si– guientes.- Ya veremos, por Ja nota de Pérez (el secretario del Libertador) del 29 de julio, documento al que hay que atenerse por falta de testigos, que lo expuesto en Ja materia por Bolívar fue un argumento y hasta una figura retórica de imposibilidad, que equivalían a decir: "antes los Iturbide, que cualesquiera testas europeas''. .. como réplica a l plan de traer al continente estas últimas. Y veremos, asimismo, que el propio Bolívar creyó a San Mar– tín ..más lejos de ocupar el trono que otro alguno, por parecer muy conven· cido de los inconvenientes del mando". · (3) A Guido, el 28 de julio de 1822, es decir, al otro día de Ja última conferencia, principal o única estrictamente digna ele ser llamada así,

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