Historia de la emancipación del Perú: el protectorado
Ll\S FUENTES DE LA ENTREVISTA 245 la gloria de terminar la guerra de la independencia de la América del Sur, se repite su afeclísimo servidor.- José de San Martín". VIII Los historiadores colombianos han tachado esta carta de apó– crifa, esto es, de documento inventado y arreglado a posteriori, haciendo con ello la más grave de las ofensas al ex protector del Perú. Si en alguna ocasión apeló este último a la simulación y a la mentira, ello fue para con el enemigo común, como un ardid de aquellos que la astucia y la necesidad bonifican, en plena hos– tilidad, dentro de los recursos, normalmente vedados, de la gue– rra y sus horrores. Pero jamás pudo decirse que echase mano de instrumento semejante en sus relaciones serias y en asuntos tan delicados como la entrevista guayaquileña, y mucho menos trai– doramente, a mansalva, cuando su contrincante había muerto nue– ve años antes (8), y el Protector hallábase, por tanto, en la ven– tajosísima imposibilidad de ser desmentido por el único personaje capaz de hacerlo, con autoridad y plenitud de conocimiento. El li– bertador de Chile incurrió ciertamente en faltas y en errores gra– ves; pero no en indignidades como la que se le imputa al negar a la carta del 29 ele agosto su calidad de auténtica. Uno de Jos historiadores citados, el distinguido y erudito ca– raqueño don Rufino Blanco Fombona, ha condensado en las si– guientes líneas los argumentos formulados sobre esta materia. "Una de las pdginas de su vida que San Martín puso mds em– peño en corregir, fue la de su actitud en la entrevista con Bolívar, y la de su separación de la política americana. Así el año de 1840, entregó al viajero francés Lafond, para que éste la publicase, una carta suya, que aparece como dirigida a Bolívar en 1822. El docu– mento se publicó en 1844, es d_ecir, catorce años después de muer– to Bolívar. El general San Martín, según tal documento, aparece como hombre de grande altura moral, que se separó de América voluntariamente, no por estar roto con Argentina, disgustado con Chile, desligado de la opinión pública en el Perú, indispuesto con Colombia, cuyo puerto de Guayaquil codiciaba, sin autoridad en el ejército, con la escuadra insurrecta [?], con su ministro de gue· (8) Nos referimos al año (1839) en que San Martín entregó su carta a Lafond.
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