Historia de la emancipación del Perú: el protectorado
246 GERMAN LEGUIA Y MARTINEZ rra Monteagudo depuesto y expulso, y sin haber podido enrolar a Bolívar en sus planes monárquicos. . . Es decir, no se separa de América el general San Martín a causa de sus errores, ni porque estuviese en una situación insostenible, sino de propósito delibe– rado, por abnegación, para que, según palabras del general a Bo– lívar, fuera éste quien tuviese la gloria de terminar la guerra de independenc'ia de la América del Sur". "Pero se presentan dudas. ¿Por qué esa carta, enviada por San Martln a Bolívar, aparece en manos de aquél en 1840, y no se en– cuentra en el archivo del Libertador? ¿Por qué no conocieron el original de documento tan importante ni Sucre, ni Briceño Mén– dez, ni Soublette, ni Heres, ni O'Leary, ni ninguno de cuantos sal– varon y conocieron el archivo del Libertador? ¿Por qué no se en– cuentra en los archivos nacionales o particulares de Colombia, Pe– rú, Chile, ni en los de ningún Estado de América, esa carta her– mosísima, que tanto honra por igual a aquellos dos varones de Plutarco, a dos grandes figuras continentales?". "Y ... la contestación de Bolívar, ¿qué se ha hecho? ¿Por qué no la publicó San Martín, ni la conoció Mitre, ni la conserva tam– poco archivo alguno de América, particular ni nacional?". "Bolívar, sin embargo, que contestaba a todo el mundo, ¿có– mo no iba a haber respondido al grande hombre que se alejaba de América diciéndole: sea Ud. quien tenga la gloria de terminar la guerra de la independencia de la América del Sur?''. "Sabemos que la carta de San Martín entregada a Lafond en 1840 y publicada en 1844, vio también la luz pública en Buenos Aires, en fac,símile, como prueba de autenticidad. Prueba inútil. Nadie duda que sea de San Martín. Lo que se duda es que fuera escrita y enviada en 1822. Para dudarlo nos autoriza, por una par· re, el no podernos responder a las anteriores preguntas; nos auto· rizan, por otra parte, las constantes rectificaciones que ha trata– do de introducir en su biografía el general San Martín, muchas de las cuales han sido desvanecidas por la crítica histórica, en 111sta de d9cumentos" (9). (9) Bolívar pintado por sí mismo, vol. Il, págs. 36 a 38. Las líneas de Blanco Fombona copiadas en el texto van precedidas de este introito: "Alejado de la política americana, después de la entrevista con Bolívar, y partido más tarde a Europa, el general San Martín, que se acogió al seno de la Francia reac– cionaria y legitimista [¿también la elección de asilo.es un reproc~c?], vi~i? veintiocho años de su vida, en la calma de su ostracismo voluntario, rect1f1- cando su vida y tratando de paliar sus errores polfticos y militares durante la revolución de América, errores que fueron causa de su fracaso, y que, ya de lejos y corrido el tiempo, vela claro": loe. cit.
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