Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

CAPITULO IX LA ENTREVISTA I Tres fueron las conferencias de los grandes próceres suda– mericanos, durante los dos días escasos de la visita que los acer– có primero, y los apartó para siempre y de seguida, a las riberas del Guayas: la primera, en la mañana del 26 de julio, momentos después del arribo del Protector, en la propia casa de Luzarraga, alojamiento de éste; conferencia que, por genética e indetermi– nada, contraída al exclusivo estudio de la situación general, po– demos denominar preparatoria, propedéutica, de simple sondeo, y que se prolongó por hora y media; la segunda, de media hora, reducida a un acto de cortesía, superficial, de mera fórmula, rea– lizada en la tarde del mismo día 26, en la casa-palacio del Liber– tador; y la postrera, consumada desde la una hasta las cinco de la tarde del día siguiente 27, otra vez en la morada de Bolívar, conferencia que como se ve, se dilató a no menos de cuatro horas; en rigor, la primera y la última, sola verdadera y promordial, y que constituyó, digamos, la esencia de la entrevista, su núcleo y su nervio, como que fue la única en que se abordaron formal– mente, se trataron en serio, y se resolvieron (por el acuerdo o por el rechazo) todos y cada u no de los puntos en aquella ocasión contemplados de consuno por los dos prohombres de nuestra in– dependencia. 11 Desde que primera vez viéronse éstos a bordo de la Macedonia, después de abrumar al Libertador con las más vivas protestas de admiración y de .amistad, colmándole de alabanzas y lisonjas, San Martín empezó por expresar a su émulo Ja intención que traía de

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx