Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

26 GERMAN LEGUIA Y MARTINEZ no de esos Virreinatos y Capitanías Generales, señalado por los límites fronterizos de estas provincias, fue por regla general, el de los nuevos Estados, salvos los casos de unión o separación voluntarias" (35). Muy poco o nada habría que agregar a esta luminosa expo– sición del principio que estudiamos; principio, repetimos, por el cual pertenecen a cada nación hispano-americana todos los terri– torios que cada cual comprendía en el momento de su emancipa– ción (para el Perú y Colombia, para el Perú y el Ecuador, por una serie de acuerdos comunes y solemnes, en 1810); siempre que esa comprensión política -para usar las propias palabras de un Mi– nistro de Relaciones Exteriores colombiano-, esté acreditada y fi– jada "por actos válidos, por leyes, por decretos (cédulas, reales órdenes, etc.) del antiguo soberano común, cuya fuerza todos re– conocen", _ya que "a ninguna de aquellas naciones se le ha ocurri– do, en ninguna ocasión, rechazar una cédula u orden del monarca espafj.ol sobre límites, pretendiendo que, no obstante sus disposi– ciones, determinado gobierno de antiguo virreinato o capitanía ge· neral usurpó porciones territoriales adjudicadas a una nación ve– cina" (36). XVI Ahora bien, aun en el supuesto, refutado y rechazado ya, de que la real cédula de 23 de junio de 1819 hubiera repuesto las co– sas al estado que, en todos los ramos de la administración tenían antes de la orden real de 7 de julio de 1803, no cabe la menor du– da en el hecho de no haber sido esa cédula obedecida, guardada, cumplida ni ejecutada; porque, cabalmente en 23 de junio de 1819, Bolívar ascendía la cordillera por Morcote, decidido a invadir y libertar a la Nueva Granada; trece días más tarde, el 6 de julio, llegaba al pueblo de Socha, en el fértil y risueño valle del Soga– moso, e infligía a los españoles el primer desastre cerca del pan– tano de Vargas (25 de julio); el 3 de agosto arrojaba a sus ene– migos del Paipá; el 7 derrotaba completamente a Barreiro en Bo– yacá, a tres .leguas de Tunja; y el 10 entraba triunfador en Bogotá, ciudad que jamás volvieron a ocupar ni a dominar los españoles; (35) Estudio de la cuestión de límites entre las repúblicas del Perú y del Ecuador, pags. 245 a 247. Madrid, 1907. (36) Memoria del Secretario de RR.EE. de Colombia don Carlos Martin,

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