Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

GUAYAQUIL, PROVINCIA PERUANA 27 con lo cual, sólo cuarenta y ocho días después de expedida la real cédula, consumada perdurablemente la independencia de Nue– va Granada, y pronta a constituirse la república libre de la Gran Colombia, fue imposible participar y trascribir siquiera aquel do– cumento al Virrey Sámano, ignominiosamente hundido en la nada, desde las alturas de su poder, de su tiranía y de su soberbia, por la gloriosa victoria de Boyacá. Tan sólo a los cuatro meses esca– sos, y todavía sujeto a las autoridades del Perú, Guayaquil se pro– clamó independiente, por la iniciativa, por el valor y el esfuerzo de un peruano, según pasamos a verlo; y, en consecuencia, hasta ese momento, "por actos válidos del antiguo soberano común, que todos acatan y que a nadie se le ha ocurrido desconocer" (según la perentori¡¡. frase del secretario colombiano Carlos Martín), Gua– yaquil, con tódos sus linderos y jurisdicción, nos pertenecía a los peruanos, y estaba en un todo sometido a Ja potestad de los virre– yes de Lima; de hecho y de derecho, ya por aplicación estricta de los usos, leyes, organización y régimen coloniales; ya conforme al principio universal posteriorme11te imperante, sobre Ja materia en el derecho internacional público hispano-americano, o sea con arre– glo a las bases y conclusiones invívitas en el uti possidettis de 1810. En cuatro palabras: Guayaquil, a l independizarse, era, y debía siempre seguir si,endo, una provincia del Perú.

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