Historia de la emancipación del Perú: el protectorado
432 GllRM/\N LEGUI/\ Y M/\RTINEZ H echa la convocatoria correspondiente en el departamento, ocho días antes de cada acto electivo, obligación que tocaba al r es– pectivo presidente, todos los ciudadanos h ábiles efectuarían una primera votación, "reducida a que el pueblo mismo eligiese un pre– sidente, cuatro escrutadores y dos secr etarios, que ejercieran los oficios de la mesa (receptora) , el día en que se celebraran las elec– ciones ele diputados". Tal votación se realizaría ante otra mesa mo– mentánea, designa da sobre el punto y en el ins tante de la votación. Los presidentes departamenta les y los párrocos no podían ser re– ceptores de sufragios. Desde esta elección primitiva o fundamental, consagrábasc en la totalidad del reglamento el principio democrático de las mayo– rías imper antes ( arts . 10~ a 1 5~). XIV La elección de representantes era, como la a nterior, directa. Como se ha insinuado, era, además, doble o reiterada. Debía, en efecto, componerse de dos votaciones populares sucesivas, separa– das por el necesario intervalo de tiem po; votaciones que, en conse– cuencia, constituían dos actos del todo independientes entre sí. El primero de esos actos tenía por obje to recoger y anotar to· dos los sufragios obtenidos por los presuntos ciudadanos elegibles en el número a cada departamento designado. Alcanzada por aque– llos la mayoría conveniente en esa primera votación, quedaría por supuesto excluida como indebida y superflua, la segunda. Más cla– ro: era una votación o elección de candidatos. Cada presidente de m esa de parroquia, con la lista de cuan tos hubieran alcanzado su– fragios en esta primera votación, tenía - cosa cur iosa- que tras– ladarse en seguida a la capita l del departamento, para en ella for– mar una junta de presidentes con sus colegas de igual categoría. venidos a su vez de las demás parroquias. Esa junta sui generis. que en cierto modo hacía el papel de los futuros famosos colegios electorales o cuerpos electivos de segundo grado, tenía, en la pri– mitiva elección a que nos referimos, el encargo exclusivo de practi– car el escrutinio general de los sufragios emitidos en el depa1·tamen– to, con las listas porteadas por los presidentes de mesas parroquia– les que la constituían, o conducidas y presentadas por los apodera– dos que tenían el derecho de nombrar si tenían impedimento de trasladarse personalmente. Hecho este escrutinio departamental, los referidos presidentes formaban o tra lista, compuesta por los ciuda– danos que h abían obtenido más votos; lista cuyo número debería ser
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx