Historia de la emancipación del Perú: el protectorado
442 GERMAN LEGUIA Y MARTINEZ él reconocíanse, ya que, en el preámbulo de costumbre en esos días, avanzábanse ideas y reflexiones que a la descubierta ratificaban los rumores circulantes de una tendencia pertinaz, subterránea, hacia la monarquía; forma que los directores exóticos de la cosa pública per– seguían con tenacidad deplorable hacía tiempo. XXII Conozcamos ese documento histórico, que, con s us posterio– res del 6 y del 16 de julio, desprendió al cabo la chispa productora del incendio que contra Monteagudo estalló el 24, a favor de la au– sencia de San Martín. "Se aproxima, dice, el día que se ha fijado para la apertura del Congreso Co.nstituyente; y a menos que se retarde en algún departamento la elección de diputados por circunstancias impre– vistas puede asegurarse que, en lo sucesivo, el Perú celebrará el 28 de julio dos aniversarios memorables.- Nadie pretenderá, si no es por un exceso de ignorancia, que en los primeros pasos de nuestra marcha política se encuentre el sello de la perfección y el carácter augusto de la sabiduría.- Si la invocación de la libertad llena de energía a los pueblos y les infunde un poder superior al de sus opresores, ella deja, sin embargo, en todo su vigor, esa ley eterna de la naturaleza, en virtud de la cual nada se perfeccio– na sino por grados, tanto en el orden físico como en el moral.– Nosotros no podemos sustraernos a la necesidad de depender de las lecciones de la experiencia: ella hace conocer prácticamente los errores y mejora las buenas instituciones con avisos lentos, siempre eficaces, y algunas veces terribles.- El examen de los pensamientos humanos demuestra el origen de la progresión de los hechos, que constituyen la experiencia. Antes de formar gran– des ideas, que resultan de grandes cpmbinaciones, es preciso tener nociones exactas, y éstas no se adquieren sino por comparación con otras que no lo son. La ciencia del gobierno es la más com– plicada, y cada paso que se da en ella a la mejora supone el cono– cimiento experimental de muchos errores y la invención de prin– cipios que se llaman unos a otros por el enlace que tienen entre sí.- Para que nosotros lleguemos a la época en que el sistema del Perú tenga aquel carácter de solidez y perfección que anhelamos, debe preceder una serie de experimentos, que ni es posible reducir a menor número, ni abreviar el tiempo que demandan por su na– turaleza. Sin embargo, en nuestra mano está el no retardar el cur– so espontáneo de los acontecimientos, y el disminuir los obstácu-
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx