Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

INDEPENDENCIA DE GUAYAQUIL 35 VI Illingworth no había sido vencido, y, al contrario, permane– cía r ecomponiendo su embarcación en el abra misma de la Puná, donde ésta acababa de ser sorprendida. Practicada la operación con febril activida d (para evitar que las otras dos fragatas enemi– gas salieran de Guayaquil a darle caza; sabidas su presencia y la situación de cuasi inutilidad en que dejáralo el reñido encuentro), púsose pronto en aptitud de partir; y, aunque todavía hiciese el buque alguna agua, y por ende quedase expuesto a los consi– guientes peligros y zozobras, dio con todo nueva vela, mar aden– tro, en pos del apartado archipiélago de Galápagos. Tropezó en la senda, a poco de salir de la Puná, con dos buques balleneros; apresó a parte de su s equipajes, para reponer las bajas que el de la Rosa había sufrido, hízose de los bastimentos que en aquéllos pu do conseguir; y, fingiendo seguir rumbo al m ediodía, viró luego al precitado destino. Llegó a la isla Mayor, Isabela, Mascarín o de Albemarle, a quinientas millas del continente. Allí se detuvo un mes, h aciendo una r ecorrida en forma de su nave, que al ca– bo quedó presta para nuevas aventuras. La Prueba y la Venganza, salidas de Guayaquil en su demanda ya no pudieron encontrarle; y, cuando todos suponíanle náufrago y perdido, presentóse repen– tinamente en la isla de Taboga, frente a Panamá; desemb arcó en ella; apresó a su gua rnición; se apoderó de competente botín; tor– nó al sur; costeó las jurisdicciones de Buenaventura y del Chocó; asaltó la caleta y el pueblo de Guapi (5); y provocó la sucesiva in– surrección de los pueblos de Buenaventura, de Tumaco, de Micay y de Iscuandé. VII Estas atrevidas em presas despertaron de su letargo a las au– toridades españolas de Guayaquil, que anhelosas de acab a r con la Rosa y con su comandan te, despacharon a la Prueba, fragata otra vez fondeada en dicho puerto, fuerte de cincuenta y dos ca– ñones, y que partió en busca de Illingworth con sus quinientos cincuenta tripulantes y algunas tropas de desembarco. El 12 de (5) Fronterizos a la famosa isla de Gorgona, y próximos a la punta de Reyes.