Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

INDEPENDENCIA DE GUAYAQUIL 41 neral corriente emancipadora; y, en consecuencia, resuelto a de– jarse arrastrar por ésta en primera oportunidad. Dominado por tales sentimientos, llegó a Guayaquil, donde nadie mejor que él podía servir de foco y brazo al estallido del 9 de octubre, preci– samente por las excepcionales condiciones de osadía e ímpetu cie– gos que palpitaban en el fondo de su carácter. XI La fortuna, al fin decidida por el triunfo de la redención ame· ricana, había -por causas verdaderamente nimias- llevado a las riberas del Guayas a tres oficiales del famoso batallón Numancia, que, allí de paso, diéronse a propaganda activa por la libertad, con grandísimo fruto en el ánimo de Escobedo. Tales fueron: el capitán, primer ayudante del batallón enunciado, Miguel Leta· mendi; el capitán de la primera compañía del mismo, Luis Urda· neta; y el teniente (subalterno de Urdaneta) Luis Febres Cordero. Había ocurrido -a mediados de aquel año (1820)- que, des– confiando Pezuela de la plana mayor del Numancia, casi toda compuesta de americanos, diese el mando de la compañía de gra– naderos del cuerpo al teniente coronel graduado D. Ramón He– rrera, tachado entonces de realista, en reemplazo del capitán don Francisco Jimén~z (9), con olvido y posposición de otros merito– rios capitanes. Disgustáronse por ello la totalidad de los poster– gados, y aun algunos oficiales inferiores, que cifraban esperanzas de ascenso, mayor sueldo y mejor posición en el cambio. Hasta sucedió que a lgunos de aquéllos (Letamendi y Urdaneta) pidiesen respetuosamente su baja, manifestando en muy cultos términos su disgusto; baja que el Virrey, ya herido de serios temores y sospechas acerca de la fidelidad de Jos numantinos, se apresuró a conceder a los solicitantes, para no dejarles espacio ni posibili– dad de un arrepentimiento. Obtenida la baja (10), esos dos alti- (9) Despedido con licencia a Quito. (10) Camilo Destruge, director de la Biblioteca Municipal de Guayaquil, en su obra "Revolución de octubre y campaña libertadora de 1820-1822", afirma que Letarncndi, Febres y Urdaneta fueron dados de baja, no a su solicitud, sino corno medida realista ele precaución contra oficiales sospecho– sos ele deslealtad. No es exacto. La verdad es la contenida en nuestro texto. "Pudieron darse por bien servidos, dice literalmente Destruge [los tres oficia– les colombianos) con que se les diera de baja y se les permitiera salir de Lima" Pág. 165. Febres no salió con pasaporte, sino de fuga, por hallarse violenta y tenazmente perseguido.. .

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