Historia de la emancipación del Perú: el protectorado
Capítulo VII OSTRACISMO, OSCURIDAD Y SILENCIO LA APOTEOSIS Y EL JUICIO DE LA HISTORIA (Conclusión) I Nunca San Ma1·tín más grande y admirable que después de su voluntaria caída. Plácenos a ciertas almas, no tanto aquel sol que abrasa y ciega. colgado del cenit como una ascua en las ruidosas horas del medio– día; cuanto aquel otro, ensanchado por la ilusión visual y brava– mente enrojecido, que, en las horas del crepúsculo, sepúltase en las profundidades de un horizonte invadido por las sombras, entre el postrer incendio de la tarde. Del mismo modo, admiramos y ama– mos más, mucho más, a esta alma desprendida y heroica, cuando, de propio impulso -ora herida de recóndito desencanto, ora repleta de menosprecio por las vanaglorias de la tierra, pero endiosada, en todo caso, por el fuego de una sacra abnegación- arrancase de sú– bito a las claridades de la historia, a los halagos del poder, a las fruiciones de la dominación y de la fuerza, y se hunde lúgubremente en la soledad, en el mutismo, en el ostracismo, en la miseria! ... Apenas eliminada del escenario, abandonando la deslumbrante envoltura del caudillo, del estratega, del héroe y del político, para sólo revelarse en sus intimidades de hombre, la figura del prócer se agranda en su aislamiento y cobra a la vista las proporciones y líneas de lo sublime y de lo excelso. Impasible y solemne, muda y estoica, esa figura produce en nuestro ánimo emoción igual a la que en él concitan aquellas montañas níveas, empinadas hasta tro– pezar con las arquerías de la bóveda azul, inmóviles en medio de los cataclismos, extrañas a las pasiones y los devaneos de los hom– bres, indiferentes y sordas a todos los estrépitos y armonías de la tierra; y que, si alguna que otra vez, caldean su frente en las cár– denas llamaradas del rayo, o la arrullan con los estentóreos estam-
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx