Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

54 GERMAN LEGUIA Y MARTINEZ queadas en el acto por los oficiales Nájera y Cepeda, y los demás complotados, que seguidamente, sin hesitación, ni dificultad, pu– siéronse fracamente del lado de los independientes. A la vez que todo esto ocurría en la ciudad, otra sección de rebeldes constituíase en la batería de Las Cruces, o sea en la ciu– dadela del cerro fronterizo de Santa Ana, y, sorprendiendo a la guarnición, sólo compuesta de ocho soldados, la ocupaba sin ha– cer un tiro; éxito, este otro, interesante, porque, desde aquel ele– vado punto, todavía hubieran los españoles podido bombardear la población, y contener o imponer condiciones a los subleva– dos (34). de convertir a Febres en director, eje y centro del movimiento de Guayaquil, y de presenta rlo como individuo sin cuya cooperación y sin cuyos actos, todos necesarios, con necesidad sine qua non, aquel pronunciamiento habría inevitablemente abortado, pese a los 600 soldados de Escobedo, etc., cte. No hay que olvidar que Febres, ya general, fue instrumento principal del Presi– dente ecuatoriano Flores, su Ministro, su amigo, su cómplice, en la serie de iniquidades que ese malhadado coriano perpetró en su época de wando y predominio sobre el Ecuador, y que el historiógrafo Ccvallos fue un florista a outrance, ciego de parcialidad para con amigos y enemigos de su bando, como bien se lo ha refregado muchas veces otro historiógrafo ecuatoriano, rabioso como él aunque en la orilla opuesta: Pedro Moncayo Escrito lo anterior, y volviendo al secuestro de Torres Valclivia, nos en– contramos con que la historia de la Revolución de Octubre de Cam\lc Destru– ge, director de la Biblioteca Municipal de Guayaquil, ha desenmascarado al pobre comandante de la brigada de artillería del Guayas, desnudándolo del prestigio de lealtad y de amor al deber con que aparece, ante el secuestro forzado que Cevallos nos refiere. Así aparece de un documento publicado por el referido Destruge, y que dice a la letra: -"'Provincia de Guayaquil.- Co– mandancia general.- Cuartel principal en G'uayaquil, a 17 de noviembre de 1821.- Al Sr. Presidente de la Junta Superior de Gobierno.- Excmo. Sr.:– Elevo a manos de V.E. la solicitud del señor coronel Jefe de E.M., don Ma– nuel de Torres Valdivia, y la justificación practicada a consecuencia de ella; y, resultando haber tenido tan gran parte en la transformación política de esta provincia, parece acreedor a la gracia que solicita.- V. E., en vista de los documentos, resolverá lo que tenga por conveniente.- Dios guarde a V.E. -Antonio Morales".- Op. cit., pág. 167.- El secuestro fue, pues, una come– dia, tanto más cierta, cuanto que la relación de Roca, citada por el propio Destruge, afirma que "'Torres Valdivia fue el único jefe español a quien se le habló para el movimiento, porque su carácter, liberal y caballeroso, ins– piraba confianza; pero que lo más que pudo recabarse, fue que se dejara prender sin resistencia"... Id., pág. 178.- Consecuencia: Torres Valdivia careció de energía para llenar su deber, y de franqueza para faltar a él. .. (34) Al frente y al cuidado de la ciudadela de Santa Ana, fue puesto el conjurado don Francisco ele Paula Lavayén, futuro coronel de la República, que, con un grupo ele pueblo y los daulinos etc confianza, comandados por Vargas y Pavón, había estado entre los ocupantes.

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