Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

68 GERMAN LEGUIA Y MARTINEZ cias del antiguo duunviro militar, ya habituado a hacer que, so– bre todo y sobre todos, imperase su sola y única voluntad. Las cosas, al contrario, empeoraron. Exasperado por las cortapisas de la discusión, de la votación, etc., acabó por hacer su real albedrío, sin aguardar la cooperación, el asentimiento ni la aprobación de nadie. Aun ocurrió algo más grave. Lleno de disgusto al ver que su poder discrecional estaba, con la reunión de la asamblea, pró– ximo a escurrírsele de las manos; y viendo cuán seria y sesuda– mente efectuábanse las elecciones de distrito y la designación de diputados por los respectivos colegios electorales; pensó y resol– vió un verdadero atentado: el de oponer a la reunión de la dicha asamblea toda clase de tropiezos, e imposibilitar aun por la fuer– za, su instalación y funcionamiento regulares. Llegó el 8 de noviembre, fecha designada, en el decreto perti– nente, para la inauguración de Jos trabajos. Escobedo acudió con sus tropas y se colocó frente al local del Congreso, resuelto a per– petrar un escándalo. Por felicidad, sus conmilitones Farfán y Al– varez, y, en general todos sus subalternos, cansados de su orgullo, despotismo, insolencias y desplantes, tenían in pectare, resuelto prestar su apoyo a los representantes del pueblo, y no seguir en sus locuras al neurótico comandante (SS). Los diputados, tranquilos y serenos; sin miedo a los alardes del militarismo; y también re– sueltos a todo por su parte, instaláronse en asamblea solemne y formal; eligieron su presidente y secretario a los diputados por Guayaquil, Dr. D. José Joaquín de Olmedo y don José Anteparas; y procedieron en el acto a la redacción de una carta política, em– pezando por las disposiciones básicas de toda organización; a sa– ber: declaratoria de la independencia, constitución de un gobierno permanente, etc.; y acabando, ese mismo día (8 de noviembre) por elegir la Junta Suprema de gobierno, permanente y definitiva del Estado, que quedó compuesta: por el Dr. Olmedo, como presiden– te; el coronel don Rafael M. Jimena y don Francisco M. Roca, como vocales; y el Dr. D. Francisco Marcos, como secretario. Esa Junta, a la que Escobedo pretendió aterrar con su aparato bélico, se revistió de toda energía; y, con presencia y ayuda de las mismas tropas llevadas por Escobedo, redujo a éste a prisión, Jo puso en (SS) Para entonces, el Granaderos de Reserva del Perú había sido ya dividido en dos cuerpos, de trescientos hombres cada uno, cuyos jefes eran respectivamente los dos sargentos mayores, nombrados: Alvarez y Farfán. Diose a esos cuerpos ta denominación de Libertadores N• 1 y Libertadores N• 2. Nótese bien: libertadores.

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