Historia de la emancipación del Perú: el protectorado

84 GERMAN LEGUIA Y MARTINEZ embajadas afectuosas y resueltas, venidas a expresar el crecimien– to y la proximidad del peligro, a reclamar la prometida ayuda, y a estimular la tímida o perezosa indiferencia del Protector. Vere– mos presentarse en Lima, primero, a don José María Tirapegui y a don Francisco Roca, miembro éste de la propia Junta (19 de agosto de 1821); y después, a don Pedro Roca y don Jerónimo Cerda (17 de setiembre). Y veremos asímismo cómo tales emba– jadas fueron apenas escuchadas y atendidas. Cuando el Protector despertó de su sueño, ya era tarde. En– vióse, en la undécima hora, la misión Salazar, que nada pudo con– seguir. Mires había preparado el terreno desde el 21 de febrero, y Sucre sembrado en él profícuamente desde principios de ma– yo; produjéronse los escándalos del 21 al 24 de diciembre, pro– movidos adrede por las tropas colombianas; y, aunque Olmedo y sus colegas hiciesen frente a la efervescencia con todas sus ener– gías, hubieron al cabo de cejar ante las imperialistas explosiones de Bolívar, allí constituido personalmente. La Junta eliminóse; perdióse Guayaquil, y perdióse para siempre; provocóse Ja me– morable y estéril entrevista de los dos héroes, en julio de 1822; y uno de ellos, descontento y desengañado, hubo de alejarse y perder se en la sombra, a fin de no estorbar la marcha triunfal y monopolizadora del genio designado por el destino para consu– mar la magna empresa de la independencia del Perú. XI A la vez que los enviados Villamil y Letamendi venían a Chan– cay, a cumplir sus respectivas comisiones para con Cochrane y San Martín, el flamante capitán don Francisco de Paula Lava– yén, emprendía según ya se dijo, marcha simultánea a Buenaven– tura con el mismo objeto cerca de Bolívar (12 de octubre). Movíase éste de Trujillo, en donde acababa de ratificar (27 de noviembre) el armisticio general que con los jefes españoles había suscrito la víspera, y trasladábase a San Cristóbal (22 de diciembre) con ánimo de seguir a Popayán, cuando llegaron a sus manos en Barinas, entregados por Lavayén, los pliegos de la Jun– ta Gubernativa presidida por Escobedo y del ayuntamiento del Guayas; pliegos en que, de conformidad con los acuerdos adop– tados a 10 de octubre, se ponía en su noticia el movimiento con– sumado el 9; la proclamación de la independencia en Guayaquil y en todo el territorio anexo; y la erección, en ellos, de un go-

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