Historia de la emancipación del Perú: el protectorado
LA CONTROVERSIA 85 bierno independiente, que ofrecíale entusiastamente su amistad, cooperación y servicios. En el acto, con la mirada de águila distintiva del genio, com– prendió cuán útil debería serle aquella importantísima base que demora a las cercanías del mar; sobre todo, tratándose de redimir de su yugo a la presidencia austral, parte integrante del suelo de Colombia y hasta entonces supeditada por el despotismo férreo de Aymerich. Conquistar esa gran puerta fluvial abierta sobre el Pacífico, para la causa aún no totalmente triunfante de su patria, alargar desde aquélla el potente br.azo sobre Quito; y reincorpo– rar, si posible fuera, la provincia del Guayas en la jurisdicción y soberanía colombianas, a las cuales había sido devuelta (si bien nominalmente) por la real cédula de 23 de junio de 1819; tales fueron los instantáneos pensamientos y propósitos que surgie– ron en su ánimo, apenas leídas las comunicaciones portadas por el comisionado guayaquileño. Así, sin pérdida de instan te, dio orden de que el general don José Mires (uno de sus distinguidos subalternos , vencedor de Ba– silio García en Pitayó y después vencido en Jenoy de Pasto el 2 de febrero) j efe que, como Valdés su colega, y los demás de la zona, había de quedar en la inacción por el armisticio, partiera en calidad de personero suyo a Guayaquil, con la grata misión: l? de felicitar a la Junta de Gobierno, al ayuntamiento y al pue– blo de esa ciudad, por la transformación patriótica que acababa de ,operarse en su seno; 2? de ofrecerles, "como dádiva espontá– nea de Colombia para la guerra, mil fusiles, cincuenta mil cartu– chos, cien pares de pistolas, tresciento;; sables y ochocientas pie– dras de chispa"; 3? de poner a las órdenes de la Junta "las apti– tudes militares del enviado, para que se empleasen en la forma– ción, organización y mando de una división patriota, que, en el sentir del Libertador, debería cooperar con el ejército de Colom– bia a la libertad de Cuenca y Quito"; y 4? de anunciar que el pro– pio Bolívar " partiría en breve, con numerosas tropas, a empren– der en aquellos territorios operaciones militares de todo gé– nero" (8). XII Bolívar habría, en efecto, anhelado volar por sí mismo a la zona del sur; seguir a Buenaventura; a llí embarcarse con rumbo a Guayaquil; y en esta plaza preparar la campaña que sobre la (8) Villanueva (Laureano): Vida de Sucre, págs. 115 y 116.
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