Homenaje a la victoria de Ayacucho

XI La plaza del Callao será entregada al ejército unido li– bertador, y su guarnición será comprendida en los 'artícu– los de este tratado. XII Se enviarán jefes de los ejércitos español y unido liber– tador a las provincias, para que los unos reciban, y los otros entreguen los archivos, almacenes, existencias, y las tropas de las guarniciones. XIII Se permitirá a los buques de guerra y mercantes espa– ñoles hacer víveres en los puertos del Perú, por el término de seis meses después de la notificación de este convenio, para habilitarse y salir del mar Pacffico. XIV Se dará pasaporte a los buques de guerra y mercantes españoles, para que puedan salir del Pacífico hasta los puertos de Europa. XV Todos los jefes y oficiales prisioneros en la batalla de este día, quedarán desde luego en libertad, y lo mismo, los hechos en anteriores acciones por uno y otro ejército. XVI Los generales, jefes y oficiales conservarán el uso de sus uniformes y espadas, y podrán tener consigo a su ser– vicio los asistentes correspondientes a sus clases y los cria– dos que tuvieren. XVI I A los individuos ·del ejército, así que resolvieren sobre su futuro destino en virtud de este convenio, se les per– mitirá reunir sus familias e intereses, y trasladarse al pun– to que elijan, facilitándoles pasaportes amplios para que sus personas no sean embarazadas por ningún Estado in– dependiente hasta llegar a su destino. XVIII Toda duda que se ofreciere sobre alguno de los artícu– los del presente tratado se interpretará a favor de los in– dividuos del ejército español. 22 Concedido; pero la plaza del Callao con todos sus ense– res y existencias, será entregada a disposición de S. E. el Libertador dentro de veinte días. Concedido; comprendiendo las mismas formalidades en la entrega del Callao. Las provincias estarán del todo en– tregadas a los jefes independientes en quince días, y los pueblos más lejanos en todo el presente mes. Concedido; pero los buques de guerra sólo se emplea– rán en sus aprestos para marcharse sin cometer ninguna hostilidad, ni tampoco a su salida del Pacífico, siendo obligados a salir de todos los mares de la América, no pu– diendo tocar en Chiloé, ni en ningún puerto de América ocupado por los españoles. Concedido, según el artículo anterior. Concedido, y los heridos se auxiliarán por cuenta del Erario del Perú, hasta que completamente restablecidos, dispongan de su persona. Concedido; pero mientras duren en el territorio estarán sujetos a las leyes del país. Concedido Concedido: esta estipulación reposará·sobre la buena fe de los contratantes.

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