Ideología económica del Mercurio Peruano
IDEOLOGIA ECONOMICA l>EL MERCURIO PERUANO 109 logía burguesa de la época. Pero la necesidad de buscar la justifica– ción ideológica de esta situación arranca de la existencia real de esa misma situación. Tenemos entonces que concluir que la fundamentación ideológica de los principios relativos a la sociedad y a las relaciones sociales se en– cuentra en un conjunto de vigencias de la ideología tradicional y en la apertura a la nueva ideología de marcado signo burgués. Pero la com– binación adecuada de estas dos fuentes de principios usa como criterio equilibrador la reflexión que emana de la observación de la realidad. No se trata entonces de que nuestros mercuristas sean buenos o malos sintetizadores de ideologías abstractamente consideradas. No se trata tampo– co de que su originalidad consista sólo en la simbiosis de dos polari– zaciones ideológicas que se dieron históricamente en Occidente como an– tagónicas. Creemos razonablemente, y nuestra razonabilidad se apoya en los análisis presentados, que los mercuristas acuden al fenómeno ideo– lógico desde la realidad en la cual están afincados y que, por tanto, su originalidad consiste en partir de lo originario, es decir, de aquello real que se constituye en germen fecundo de ideologías. Nuestra realidad social era específicamente diversa a la realidad europea como puede ad– vertirse en los muchos artículos del Mercurio sobre problemas poblaciona– les, grupos sociales, etc. Por tanto, la ideología económica de nuestra inteligentzia, siendo fiel precisamente al postulado del empirismo, parte de ella y estructura un cuerpo racional en que distinguimos elementos ilustrados y tradicionales pero sistematizados en función de nuestra rea– lidad. Conviene no olvidar que estaba ya pasando la época en la que se creía bajar desde principios ideológicos normativos hasta la realidad para dar pa– so a la observación y experimentación de los fenómenos reales y desde ellos elevarse a los principios. La influencia de Bacon y de la e¡¡cuela empirista inglesa en la epistemología, y de la de Montesquieu en ideo– logía política es en este sentido decisiva. La realidad, por tanto, es un factor más que debe entrar en la consideración de quien pretenda buscar la fundamentación de las ideologías. ¿Acaso nuestros mercuristas no pre– tendían estudiar a fondo nuestra realidad para dar a conocer nuestro país del que los autores extranjeros decían tantos paralogismos? Obsérvese si no que un tanto por ciento muy elevado de las páginas del Mercurio se ocupan de descripciones histórico-geográficas y económico-sociales del Pe– rú. El Perú como realidad está, pues, presente como substrato origina– rio en la ideología de los Amantes del País.
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