Ideología económica del Mercurio Peruano

20 JOSE IGNACIO LOPEZ SORIA talento. La sociedad, que represento, es numerosa, y cada Individuo de ella tiene que tratar únicamente aquellos puntos que son de su resorte, y de su facultad privativa." ( 8 ). Es pues evidente para cualquier lector del Mercurio Peruano, que este periódico es el órgano de expresión de una Sociedad. Es la Sociedad la que opina sobre diversos temas, acontecimientos y artículos remitidos. A ella se dirigen las cartas. El público, por tanto, entendía al Mercurio como el órgano de la Sociedad de Amantes del País (9 ). Esta situación, por lo demás, no era infrecuente. Se sabe, que a pe– sar del individualismo epocal que a nivel epistemológico auspiciara Des– cartes (10 )., los hombres doctos frecuentaron la colaboración a través de epistolarios, academias y sociedades científicas. "Hacia mediados de aquel siglot -XVII, por primera vez en la historia, se habían reunido estudiosos para dar vida a organizaciones destinadas a la investigación y fundadas a base de la colaboración entre los investigadores y de la publicidad de los resultados que consiguieran. Tales organizaciones eran constituidas ex– presamente para hacer posible una cooperación sistemática entre los cien– tíficos.- El avance y el progreso de las ciencias y de las artes median,. te la colaboración: he aquí la común finalidad que se proponen las pri– meras academias científicas modernas..." ( 11 ). No deja de extrañar el extraordinario parecido entre nuestro Prospecto y el prefacio que Oldenburg escribiera para las Philosophical Transactions, órganos de expresión de la Royal Society creada en 1662 (12 ). Es que se estaba en realidad en una época en la que, como subraya Paul Hazard ". . . no hubo capital, ni gran ciudad de provincia, que no quisiera tener su Academia..." ( 13 ). Era tal la veneración por la ciencia, que los hombres sintieron la necesidad de reunirse y comunicarse los resultados del estudio a fin de estimular el co– nocimiento científico y posibilitar así el apetecido progreso. Aun cuando se anuncie que el Mercurio Peruano es la obra de una So– ciedad Académica y se sepa que los miembros de las academias partici– paban de ideologías comunes, no puede afirmarse la conciencia grupal y la uniformidad del pensamiento de los mercuristas a menos de probar que así sea de hecho. Para responder entonces a la pregunta que interroga por la comunidad ideológica de los autores del Mercurio habrá que utili– zar otro tipo de argumentos. Creemos nosotros que una prueba evidente es el uso contínuo en la Introducciones de la forma pronominal "nosotros". Esta misma forma, que atribuye a un nosotros la partenidad de la ideo– logía mercurista, se advierte en las notas, escolios y glosas a las cartas

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