Ideología económica del Mercurio Peruano

IDEOLOGIA ECONOMICA DEL MERCURIO PERUANO 69 servación y experimentación de la realidad para sacar de ella un conjun– to de enseñanzas que permitan dominar mejor los mecanismos naturales, ubicamos la racionalidad del principio baquijiano. Conviene, sin embargo, no olvidar que si Baquíjano afirma el valor de la experiencia como fuen– te prieta de conocimientos nuevos y como garantía de la utilidad lo ha– ce no sólo porque conoce los postulados del empirismo sino porque, fiel a ese empirismo, ha comparado los resultados de las experiencias de Norden– flicht con las pobres adquisiciones de los viejos métodos en el beneficio de los minerales. Es entonces la realidad misma la que está respaldando la validez del cuerpo racional. Finalmente, el tercer principio atiende a los intereses del gremio de mineros y hace depender el progreso del Estado del aumento de la ganan– cia del grupo explotador de la riqueza natural. El bien de la totalidad se entiende aquí como un trasunto del bien del grupo emprendedor, labo– rioso y tecnificado. El ordenamiento económico-político, al favorecer la ganancia de los explotadores de los recursos, está atendiendo al bien in– tegral de la colectividad. La filiación individualista de este principio, di– rectamente emparentado con la región económica de la ideología liberal es demasiado clara como para que sea necesario comprobarla. 12. Repoblación del Valle de Vítoc ( 51) Enunciación de principios: a. Ideal de la actuación del gobernante en la actividad económica: no gravar al Erario Real ni oprimir al súbdito. b. La comercialización sin violencias favorece la introducción de los cánones culturales de los conquistadores en el mundo de valores y usos. de los conquistadores c. La apertura de caminos posibilita la comercialización y la integra– ción cultural d. Producida la civilización de los conquistados ( que se identifica con la vigencia de los cánones culturales del conquistador en el mundo de va– lores y usos del conquistado), el conquistador aprovecha más de los fru– tos de la región y el conquistado se beneficia con la amistad, costumbres· y religión del conquistador. Para fundamentar el primer principio hay que acudir a la sistemati– zación ideológica del liberalismo y concretamente a la ideología política de la que ya hemos dado cuenta en varios análisis anteriores.

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