Ideólogos de la emancipación peruana
106 MARIA LUISA RIVARA DE TUESTA Si se trata, pues, de un justo reclamo no se arreglará con el "estruen– do de los cañones, ni de la desvastación de las bayonetas". España debe desterrar la desconfianza y el recelo para entrar con seguridad en los planes de reunión "vengan ángeles de paz, decía el virrey de Nueva Es– paña porque derramar sangre es esparcir semilla de descontento" 4 • Pese a la intransigencia y al progreso de la revolución americana Baquíjano insiste en una paz honrosa y se esfuerza porque se escuche los reclamos americanos con lo cual cesaría el derramamiento de sangre. Vistos los fracasos a través de la razón y la justicia la guerra se im– pondrá como una necesidad. La linea separatista que vió desde el primer grito revolucionario de Túpac Amaru la necesidad de la violencia, entra– rá a actuar reforzada por la evidencia de que España ha vuelto al absolu– tismo y de que dadas estas circunstancias es imposible que acceda a los justos reclamos americanos. Riva Agüero alentará la guerra manifestando que es necesario que los americanos conozcan "sus recursos, sus fuerzas, y su bien ( ... ). A tantos millones de almas oprimidas, robadas y vituperadas, no les queda otro recurso que la venganza. Para cada español puede poner la América cien o más enemigos. ¿Y no será libre con toda esta ventaja? Desaparezca pues la timocracia en América, no perdonando á los ene– migos de vuestros privilegios concedidos por la naturaleza. Este es el único consejo que por todas partes propagan los americanos valerosos é ilustrados, que verdaderamente detestan la esclavitud, y aman a su patria. Este consejo se ha substituído á las súplicas infructuosas, á las exorta– ciones humildes, y á las peticiones superfluas. Conoced pues americanos, repiten, que los pueblos son los que deben hacer al soberano". Fernando VII debe saber "que la América tiene justos motivos pa– .ra hacerle la guerra: y que no es lícito abusar de la autoridad, del enga– ño, ni de la fuerza, para dominar despóticamente" 5 • Los americanos, ya ilustrados en sus derechos, no temen a la muerte, quieren satisfacerla como hombres libres y no como esclavos. Todos los oficiales americanos que han tenido la desgracia de ser prisioneros de los 4. Art. Cit. p. 198. 5. José de la Riva Agüero. "Las 28 causas de la revolución de América". Art. Cit. p. 136.
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