Ideólogos de la emancipación peruana
34 MARIA LUISA RIVARA DE TUESTA ce, se anima y se conmueve. El astrónomo mide y determina la distancia de esos globos de luz, que con tanta profusión y armonía ve sembrados en las inmensas regiones de los cielos: describe sus esferas, calcula sus movimientos y fija sus revoluciones. El filósofo sujeta al examen todo lo que tiene vida, sentimiento y existencia. Observa las plantas, las flores y los frutos ( ... ) espía a la na– turaleza la sorprende en el seno de la tierra, y revela el secreto de la formación de las sales, de las preciosas piedras y de los ricos metales. Rasga el velo con que esa madre próvida pretende ocultar el centro y mo– rada de los volcanes, los Vesubios y las tempestades. Estudia al hombre, ese enigma aún no descifrado después de tan costosas experiencias, y re– gistra la estructura y disposición de sus órganos, la contextura y propor– ción de sus partes, el equilibrio de sus fluidos y humores que con orden y arreglo conservan la fuerza y resistencia de los cuerpos" 2 • Bajo la presión ilustrada y científica se han de producir reformas en los planes de estudios. Una de las más importantes es la que se efectuó en el Convictorio Carolino. Baquíjano y Carrillo tratará de efectuar la reforma de San Marcos, fracasado su intento ésta será llevada a cabo en el Convictorio Carolino por su discípulo, y por entonces Rector de ese centro de estudios Toribio Rodríguez de Mendoza. En 1788 Rezábal Ugarte, como visitador general de estudios elevó al Virrey un informe sobre el plan de estudios que habían redactado Rodrí– guez de Mendoza y Mariano Rivero, a través del informe indica que está de acuerdo con el uso de textos y manuales que ofrezcan, en forma resu– mida, los conocimientos, "siempre que estén hechos por manos hábiles, y presenta los principios elementales de la ciencia, con orden y precisión". Acepta la enseñanza de la filosofía moderna, sin adhesión a un determina– do sistema filosófico, antiguo o moderno. La excepción la constituye la fí– sica de Newton "por estar universalmente recibidos los luminosos y pro– fundos principios de este sabio intérprete de la naturaleza" Heinecio, es aceptado para la enseñanza de la lógica; Muschrenboe para la física, Be– nito Beils para las matemáticas - agregando su juicio estimativo de esta 2. Joseph Baquíjano y Carrillo. "Elogio del excelentísimo señor don Agustín de Jáuregui, Virrey del Perú". p. 221.
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