Junín y Ayacucho

16 e f . . ' / \/-O d I b 11 d .. on ratern1zac1on antes e a ata a ec,srva "La batalla de Ayacucho tuvo, al iniciarse, todos los caracteres de un caballeresco torneo. A las ocho de la mañana del 9 de diciembre el bizarro general Monet se aproximó con un ayudante al campo patriota, hizo llamar al no menos bizarro Córdova, y le dijo: -General, en nuestro ejército como en el de ustedes hay jefes y oficiales ligados por vínculos de familia o de amistad íntima: lsería posible que, antes de rompernos la crisma, conversasen y se diesen un abrazo? -Me parece, general, que no habrá inconveniente. Voy a consultarlo -contestó Córdova- . Y envió a su ayudante donde Sucre, quien en el acto acordó el permiso. Treinta y siete peruanos entre jefes y ofidales, y veintiséis colombianos, desci– ñéndose la espada, pasaron a la Iínea neutral, donde, igualmente sin armas, los esperaban , ochenta y dos españoles. Después de media hora de afectuosas expansiones regresaron a sus respectivos campamentos, donde los aguardaba el almuerzo". (Ricardo Palma, Pan, queso y raspadura). Espada del Libertador (Museo Nacional de Historia. Lima) •

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