Junín y Ayacucho

JUNIN Y AYACUCHO FONoo ANTIGUO Preparación de la campaña 1 PRINCIPIOS de 1824 el Perú no se ha– llaba completamente libre de la domina– ción española, aun cuando el General José de San Martín había proclamado · la independencia el 28 de julio de 1821. El ejército del Rey ocupaba gran parte de la región andina meridional del Perú y zonas tan importantes como Arequipa y Cuzco. El Liberta– dor Bolívar, que llegó a Lima en setiembre de 1823, comprendió que mientras la Sierra peruana no estuviera ganada para la causa de la Patria, la guerra no podía considerarse definitivamente con– cluida. Bolívar asume la dictadura el 1 O de febrero de 1824. No se desanimó ante las constantes dificul– tades que le salían al paso. Consumido por la en– fermedad y la fiebre, había recibido en Pativilca (180 kms. al norte de Lima) al ministro colom– biano Mosquera. Al preguntarle éste: "¿y qué piensa usted hacer ahora? ", el Libertador respon– de: "iTriunfar! ". Los meses de marzo a julio de 1824 son de in– tensa preparación para la campaña de la Sierra. Bolívar acomete con decisión y energía la tarea de disponer el ejército libertador para enfrentar a las aguerridas huestes del Virrey José de La Ser– na, que desde el Cuzco dirige la resistencia es– pañola. Ordena a sus lugartenientes - sobre todo Sucre y La Mar- el reclutamiento de hombres en el norte del' Perú y sur de Colombia. Organiza el sistema de contribuciones para costear los enor– mes gastos que demanda un ejército en forma, ca– paz de oponerse al poderío enemigo. De la, tro– pas peruanas escribe a Santander: " ...muy buena gente, aguerridos y lo mejor de todo es que le andarán a usted veinte leguas en un día como na– da". La preocupación del Libertador desciende hasta los detalles. "Cada soldado debe traer dos mudas de ropa, un capote y una frazada, alparga– tas o zapatos, fornitura completa de infantería o caballería y sus respectivas armas en el mejor es– tado posible" (Trujillo, 14.3.1824). Bolívar en Pativilca (Oleo de Daniel Hernández) La contribución en dinero y especies fue nota– ble por parte de las poblaciones peruanas. Bolívar solicitó, exigió, como era su estilo, que se im– pusiesen cupos,. se recogiese el dinero de las cofra– días, las alhajas de los templos, se fabricasen pon– chos, herraduras, estribos, clavos. . . "Las iglesias y los particulares nos están dando dinero con que mantener al ejército algunos meses" - escribe Bo– lívar al General venezolano Bartolomé ·Salom des– de Trujillo el 9 de abril - . "El ejército del Perú - añade- se ha reorganizado a mi lado, y espe– ramos dentro de poco estar en estado de derrotar a los godos en sus mismas posiciones". El afán qbsesivo de Bolívar por lograr un ejér– cito eficiente, dispuesto a las más duras jornadas 1

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