La campaña de Junín y Ayacucho
CAMPAÑAS DE JUNÍN Y AYACUCHO 1824 121 Con todo, las operaciones conducidas por el Virrey, en esta memorable campaña, ponen en transparencia un hecho, que apa– rece como enseñanza visible, cual es que el comandante en jefe realista no dispersa nunca .sus fuerzas, lo que al contrario hace Santa Cruz. Y por lo que respecta a este caudillo, hay que repetir que la causa de su fracaso reside antes que en su incomprensión del arte de la guerra o en sus limitadas aptitudes de comandante en jefe -mucho más frente a un adversario audaz y maniobrero- en su egolatría y tempranas ambiciones, que le hacen creer que sería capaz de conducir la campaña él solo, desdeñando la cooperación de otras tropas. En la guerra el éxito puede asegurarse únicamen– te cuando convergen todos los esfuerzos, morales y materiales, hacia un fin común.
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