La campaña de Junín y Ayacucho
CAMPAÑAS DE JUNÍN Y AYACUCHO 1824 125 conforme a las bases de la Convención de Buenos Aires pero com– prometiéndose a la vez a despedir a las tropas auxiliares, para lo cual ofrecía actuar de concierto, en caso necesario, con el ejército realista. Por último, el 3 de noviembre, cuando la pasión partida– rista había llegado a su período más intenso y Riva Agüero se pre– sentía al borde de la ruina, proponía a los mismos -mediante un nuevo agente, que lo fue el coronel Juan M. Iturregui- formar del Perú un reino o imperio regido por la Constitución Española y por un príncipe designado por España; es decir, que pretendía revivir el célebre "plan de Punchauca" que negociara San Martín. La Serna, como consecuencia asumiría la presidencia de una regencia provisional hasta que España nombrase el príncipe titular. Estas negociaciones, cuyas tendencias sólo puede explicar la pasión política, fueron su perdición. Sospechadas o conocidas por Bolívar desde el momento que las inició y luego comprobadas por el mismo La Fuente, ( 87) este coronel a la cabeza de su regimien– to apresaba al Presidente el 25 de noviembre y lo embarcaba en Huanchaco en el bergantín Chatesworth con destino a San Blas, de California; en el tránsito el Presidente peruano fue desembar– cado en Guayaquil, donde quedó prisionero. Simultáneamente el mayor Ramón Castilla, segundo comandante de Coraceros, neutra– lizaba en Santa al Ministro de Guerra de Riva Agüero, general Ramón Herrera. El Libertador por su parte, cuando comprendió que Riva Agüero sólo podía ser sometido por la fuerza, había dispuesto la marcha de los cuerpos colombianos de Lima y Callao hacia Iiua– raz, con el fin de abrir operaciones contra las tropas de Riva Agüe– ro o de interponerse entre éstas y las del Virrey, para impedir la reunión presumida de realistas y rivagüerinos, al mismo tiempo que hacía bloquear los puertos de Supe y Huanchaco. En la pri– mera quincena de noviembre el Libertador abandonó Lima y se dirigió a Pativilca para vigilar el pasaje de las tropas a Huaraz y días después continuó él mismo a dicha ciudad. De este lugar se dirigió más al Norte con la intención de entrevistarse con Riva Agüero en Trujillo y llegar a un acuerdo ; pero encontrándose en Huamachuco, en los primeros días de diciembre, supo la deposi– ción de aquél. (87) En la expos1c1on de su conducta política que imprimió en Lon– dres, Riva Agüero desmiente que la comunicación sorprendida por La Fuen– te, tuviera conexión con tales arreglos.
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