La campaña de Junín y Ayacucho

1°36 GRAL. EP FELIPE. DE LA BARRA Firmado en estas condiciones, el convenio de Tarapaya fue pronto violado por Olañeta, por lo que el Virrey le intimó, por con– ducto de Valdez ( 9 de junio), que en término perentorio recono– ciese su autoridad o se embarcara para España a dar cuenta al Rey de su conducta, amenazándolo con emplear la fuerza en caso contrario. La respuesta de Olañeta fue lanzar un nuevo manifies– to en que para disfrazar su conducta acusaba a La Serna de no ser– vir con lealtad la causa del Rey. La guerra civil quedaba por lo tanto declarada. En efecto, Valdez que se hallaba ya en Oruro con 4 batallones, 4 escuadrones y 2 piezas, abrió operaciones contra Olañeta en los últimos días de junio, logrando tener un éxito resonante en el combate de Lava, el 17 de agosto, donde destruyó un destacamento importante de Ola– ñeta mandado por el coronel Valdez, el "Barbarucho". De esta suerte, en momentos que el Ejército del Norte, al man– do de Canterac salía al encuentro de Bolívar, uno de los mejores generales del Virrey como era Valdez, y un núcleo importante de tropas, debieron ser distraídos para reducir a Olañeta. Mientras por una parte los realistas habían mejorado su si– tuación moral y material en el Bajo Perú con la posesión del Ca– llao, en el Alto Perú, contrariamente, sufrían un duro golpe con la actitud de Olañeta. Bolívar, conocedor de esos sucesos, iba a explotar la situación a su favor, tomando la iniciativa de las operaciones cuando su ad– versario se hallaba hondamente preocupado con lo que pasaba al otro lado del Desaguadero.

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