La campaña de Junín y Ayacucho

142 GRAL. EP FELIPE DE LA BARRA Los batallones colombianos se encontraban escalonados desde HUaylas hasta la región de Cajatambo, a lo largo del callejón de Huaylas, ocupando los lugares siguientes : -En Huaylas y Caraz, los batallones Vencedor y Rifles, respec– tivamente; -En Aquia el Batallón Vargas, con orden de efectuar corre– rías hacia Canta para llamar la atención de los realistas por ese la– do; (97) - En Chiquián, Voltígeros y Pichincha, para continuar hacia Cajatambo; ( 98) -En Huari, el Batallón Bogotá; ( 99) - En Caraz y Yungay, respectivamente, los Húsares y los Gra- naderos de Colombia; ( 100) -En Caraz, acantonaban los Granaderos de los Andes, junto con la caballería colombiana, ya mencionada. Este amplio escalonamiento del ejército estaba cubierto en su frente y flanco por numerosas montoneras divididas en dos gran– des núcleos : El principal, al mando del coronel Otero y después de Miller, ascendía a mil quinientos hombres, más o menos, y ocupaba la re– gión Pasco-Junín vigli.lando en la dirección del valle de Jauja y el de Lima. Otro núcleo, subdividido en numerosos grupos al mando del coronel Deheza, ocupaba Huaura-Sayán-Cajatambo-Canta, vigilan– do las direcciones de Lima, y los caminos de internación de la Cos– ta a la Sierra. Algunos de estos grupos llegaban hasta los valles de Chillón, Huarochirí y Lurín. Las montoneras, además de su misión general de cobertura, te– nían el cometido de recoger y privar de recursos la región que po– dría utilizar el enemigo y realizar pequeñas incursiones en el terri– torio que éste ocupaba. Los servicios que prestaron en tal sen- (97) Carta de Sucre a Bolívar del 29 de mayo de 1824. (98) Carta de Sucre a Bolívar del 29 de mayo de 1824. (99) Carta de Sucre a Bolívar del 4 de febrero de 1824. (100) Memoria de O'Connor, pág. 96, capítulo V.

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