La campaña de Junín y Ayacucho
156 GRAL. EP FELIPE DE LA BARRA efecto, al amanecer del 6 emprendió su marcha retrógrada. Can– terac no piensa, ahora, sino en ganar el valle de Jauja antes de que el enemigo pudiera adelantársele lo que le significaría quedar cor– tado de su base y con sus comunicaciones interrumpidas con el Cuzco. Para esto, pidió el máximum de celeridad a sus soldados; pero, a pesar del apresuramiento en la partida y de la continuidad de la marcha, al desembocar del pueblo de Reyes y tomar la pam– pa de Junín, divisó a la caballería patriota que en son de combate, desembocada del abra de Chacamarca, "por la derecha de su re– taguardia", como dice después en su parte de la acción. Si efecti– vamente había salvado su línea de comunicaciones, se veía, en cam– bio, amenazado por el adversario que daba muestras de su ardor para emprender la lucha. DECISION DEL COMANDO PATRIOTA El Ejército patriota había partido de Rancas, 15 km. al Oeste de Cerro de Paseo, el 2 de agosto, llegando a Cochamarca el 3, a Diezmo el 4 y a Conocancha el 5. El itinerario que sigue el ejército es, pues, el de la margen occidental del lago. Siendo esta zona más abierta que la de la margen oriental, el Libertador la prefiere en previsión de un em– pleo favorable de su caballería, arma en la que confiaba mucho; a ello lo impulsaba también el conocimiento que tuvo de la situación del enemigo, pensando aprovecharse del obstáculo del Mantaro pa– ra deslizarse al Sur y caer sobre Jauja, bien por Tarma para lo cual franquearía el río por la Oroya, o bien más al Sur, a la altura de Huaripampa, en cuyo caso la tomaría de revés. Pero los datos su– cesivos que recibe el día 4 en Diezmo y el 5 en Conocancha sobre la marcha de Canterac por el camino de Junín y Carhuamayo, lo hacen cambiar de intención, resolviendo en vista de ellos oblicuar al Este para caer a la pampa de Junín, por el Sur de la población entonces llamada de Reyes. Según se desprende del parte oficial expedido por el Cuartel General de Bolívar, el 7 de agosto, su in– tención era cortar a Canterac del valle de Jauja si éste se mante– nía en la dirección en que había sido señalado, es decir al Este del lago; y, si daba media vuelta, presentarle batalla o sorprenderlo en pleno movimiento retrógrado. Las órdenes para continuar la marcha en la nueva dirección se expiden en el curso de la tarde del 5 y el movimiento se emprende en la madrugada del 6, fran– queándose el río Mantaro por el vado de Carhuaro, en dirección a Chacamarca y ulteriormente a Reyes.
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