La campaña de Junín y Ayacucho
166 GRAL. EP FELIPE DE LA BARRA Parece que al proceder así, Bolívar creyó que era inútil perse– guir al enemigo en un territorio por demás difícil, con tropas me– nos maniobreras que las realistas y que acababan de realizar peno– sísima marcha, que hubieran sufrido gran desgaste al emprender enérgica y veloz persecución. Las disposiciones que tomó con respecto a los montoneros le iban a permitir tener conocimiento oportuno de los movimientos del enemigo y parece que, en cierta medida, debían favorecer sus deserciones. Cuando el Libertador llegó a Huamanga fue informado de la detención de Canterac sobre el río Pampas y más tarde, a media– dos de setiembre, supo igualmente que el citado general se reple– gaba sobre el Apurímac. Estos datos decidieron al Libertador a dirigirse más al Sur para ganar mayor extensión de territorio. Ordenado el movimien– to, el Ejército Patriota al mando del general Sucre (112), reem– prendió su marcha entre el 14 y 18 de setiembre precedido por el escuadrón Granaderos de Colombia y la división Lara como van– guardia (113 ). El 24 del mismo mes el Ejército alcanzaba Chall– huanca donde se detuvo, mientras las partidas de montoneros ocu– paban Abancay y otros puntos de la orilla izquierda del Apurímac. Bolívar avanzó hasta la citada margen del río con el objeto de reconocer estas posiciones avanzadas, después de lo que resolvió volver a la costa. Parece que esta determinación la tomó, entre otras razones, por la necesidad de organizar un ejército de reser~ va y en la creencia de que los realistas no emprenderían la ofensi– va por el momento. Tal suposición se basaba, de un lado, en el exagerado quebranto en que Sucre suponía a su adversario después de la derrota que sufriera en Junín y de otro, tanto en la llegada de la estación de lluvias, como en la necesidad en que se encontraban los realistas de reorganizar las unidades y dar instrucción a los re- (112) Después de Junín, Bolívar comisionó a Sucre para el recojo de los heridos y rezagados, recayendo el comando del ejército en el general La Mar. Sucre, después de cumplir la comisión mencionada, se manifestó ofen– dido pues la conceptuó como una humillación, por lo que fue ampliamente desagraviado por el Libertador. Carta de Sucre al Libertador de 28 de Agosto. Carta de Bolívar, 4 de Setiembre (respuesta a la anterior). (113) O'Connor. Independencia Americana. Pág. 125.
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