La campaña de Junín y Ayacucho

CAMPAÑAS DE JUNÍN Y AYACUCHO 1824 181 llas del vencido, lo que decide de las operaciones de guerra: es la persecución indirecta, rápida y agresiva, que permite a la caballe– ría desempeñar uno de sus más importantes roles, la explotación del éxito. Cuando el Virrey reunió sus tropas en la región del Cuzco, de– cidió trasladarlas hacia el Oeste en las primeras etapas para cerrar los pasos a la Costa que podían utilizar los independientes, ganán– doles de esta manera una de las salidas que tenían. Después, la jnacción de Sucre le permitió trasladarse hacia el Norte para cor– tarle su línea de comunicaciones y establecerse sobre el camino que debían traer los probables refuerzos de la Costa. Procediendo de este modo, esbozó la ejecución de una maniobra sobre la espal– da que tendía a obligar al general Sucre a una batalla decisiva. Pe– ro, para que el planteamiento de esta operación hubiera sido com– pleto, faltó dejar algunos elementos al otro lado del río Apurímac, con el fin de que atrajeran la atención del enemigo; esta condición esencial para la ejecución de la maniobra sobre la espalda no se cumplió, contando el Virrey, seguramente, con la gran movilidad de sus tropas, probada en distintas oportunidades. Grave error de los realistas fue abandonar voluntariamente el contacto con el enemigo, sobre el que no se buscó informaciones permaneciendo, durante la larga marcha al Norte, sin noticias so– bre sus movimientos y situación. Por esta razón, sólo cuando el Virrey alcanzó Rajay y envió sus vanguardias a Huamanga se dio cuenta de que había dado un golpe en el vacío y estuvo obligado a contramarchar para rehacer su malograda operación. El hecho de realizar esta contramarcha pone en evidencia el plan del Virrey, que desconcertó a propios y extraños. Bolívar mismo, en su correspondencia, no se explica el fin que perseguía el Virrey con esa marcha al Norte; el punto se aclara después, cuando Sucre, dando parte desde Uripa, dice : "El enemigo se ha situado a nuestra espalda cortando perfecta y completamente la línea de comunicaciones con Lima". La maniobra sobre la espalda del enemigo se caracteriza por la elección de una dirección general de ofensiva, tomaba a priori, que permite al que la emprende, evitar los tanteos, disminuyendo el número de direcciones en que hay que buscar al enemigo. Aho– ra bien, para realizar esta maniobra con éxito, es necesario que concurran dos condiciones :

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