La campaña de Junín y Ayacucho

CAMPAÑAS DE JUNÍN Y AYACUCHO 1824 183 en cuenta la persecución que debe realizar el vencedor, arrojando al vencido cada vez más lejos de sus centros de recursos. Cuando los realistas se presentan delante de Bombón, sucede lo que se acaba de exponer: suficientemente protegidos por la po– sición que ocupaban y disponiendo de todos los recursos de vida necesarios, los patriotas no se desordenan a pesar de que el enemi– go les corta toda salida y los amenaza, dados los efectivos, con una inminente destrucción. En las maniobras que efectúan los realistas alrededor de la po– sición de Bombón se pone en evidencia al aserto napoleónico : "es rodeando al enemigo como se ganan las batallas". En efecto, Su– cre, instalado defensivamente en las alturas de Bombón, se ve obli– gado a evacuarlas tan luego como el enemigo lo amenaza con en– volverlo pasando una de sus divisiones a la margen que él ocupa. El más sigiloso secreto contribuye a la buena realización del plan del Virrey, que logra engañar a los patriotas haciéndoles consentir que el total de las fuerzas realistas ha pasado a la otra margen del río. La operación fue un éxito porque los realistas supieron con– servar el secreto, de otro modo, los patriotas tenían muchas pro– babilidades de batir a las tropas de Valdez, que, separadas del grueso, no hubieran sido socorridas a tiempo por la dificultad in– salvable que ofrecía el paso del río. La maniobra del Virrey -que propuso García Camba, según él mismo lo refiere- fue, pues, aventurada y peligrosa. El 11 de diciembre Sucre afirmaba, en su parte de la batalla de Ayacucho, que todas las tropas realistas pa– saron el Pampas, lo que demuestra el error en que incurrió por fal– ta de informaciones precisas y por defecto de contacto.

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