La campaña de Junín y Ayacucho
CAMPAÑAS DE JUNÍN Y AYACUCHO 1824 195 Valdez, con la mente de acelerar la resolución de las negociacio– nes. "Sucre ostentó ante los comisionados mucha franqueza y ge– nerosidad, aceptó lisa y llanamente las bases preliminares presen– tadas, con sólo tres restricciones" ( 148) y acordó con los realistas pasar a Huamanga donde se finiquitaría la negociación. Al efecto, descendieron de la altura los demás jefes y tropas realistas y, conjuntamente con los patriotas se dirigieron el día 11 a Huamanga donde se firmó la Capitulación de Ayacucho. Por es– te tratado se entregaba a los patriotas "los restos del ejército espa– ñol, todo el territorio del Perú ocupado por sus armas, todas las guarniciones, los parques, almacenes militares y la plaza del Ca– llao con sus existencias". (149) Con mucha propiedad termina el parte de Sucre con estas pa– labras : "La campaña del Perú está terminada; su independencia y la paz de América se han firmado en este campo de batalla". CONSIDERACIONES Las concepciones de los generales realistas no tuvieron su ha– bitual lucidez en el campo de Ayacucho. El ataque que plantearon se resiente de falta de preparación: la previsión más elemental exi– ge, en efecto, facilitar la tarea de las tropas que atacan para per– mitirles que aborden ordenadamente al adversario, y, con este fin, se debió adelantar una guarnición de seguridad a la lloclla quo atraviesa el campo, facilitando así el empeño de las unidades cu– yo eje de ataque cruzaba ese obstáculo ; Monet debió preocuparse, también, de asegurar la desembocadura de su división al otro lado del mismo accidente. Uno de los factores de la sorpresa, que ha valido en todos los tiempos, es el secreto y éste se obt iene por los desplazamientos a cubierto de las vistas del enemigo; para obtener el secreto se ha utilizado siempre la noche y nada impidió que las fuerzas realistas se hallaran al amanecer dispuestas para el ataque ; la obligación de buscar el secreto era imperiosa, porque las tropas debían desfilar a sus emplazamientos de combate, no sólo a la vista sino ba_i,.. 0 1 fuego del adversario. 048) lbid. (149) Memorias del general García Camba .- P á g. 310.
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