La campaña de Junín y Ayacucho

CAMPAÑAS DE JUNÍN Y AYACUCHO 1824 9 cía en un descontento y relajaba la disciplina, particularmente en las tripulaciones extranjeras de algunos buques de la escuadra. En resumen, durante este período la situación financiera y económica era lamentable; y el gobierno vivía en rigor de las con– tribuciones forzosas, que muchas veces se convertían en exaccio– nes violentas, impuestas particularmente a los comerciantes y pro– pietarios ; o teniendo que someterse a exigencias inescrupulosas de los prestamistas con mengua de los intereses del Fisco. SITUACION MILITAR El Ejército patriota se componía de tropas peruanas, argenti– nas, chilenas y colombianas, las que hacía el mes de octubre de 1822 sumaban 10,352 hombres. La mayor parte de estas tropas estaban concentradas en Lima y sus inmediaciones, preparándose para la anunciada campaña. TROPAS PERUANAS A principios de 1821 San Martín creó los primeros cuerpos peruanos de línea, sobre la base de un cuerpo de guerrilleros or– ganizado por el teniente coronel Aldao, antiguo fraile que colgó los hábitos para participar con todo entusiasmo en la causa de la independencia. Eran éstos el batallón Leales del Perú y escua– drón Granaderos a Caballo, los cuales fueron puestos bajo las órdenes del coronel Agustín Gamarra, disponiendo de un cuadro de oficiales peruanos entre los que figuraba el teniente coronel Juan Bautista Eléspuru. Estas unidades sufrieron mucho en su organización y efectivos durante la corta campaña que sostuvo Gamarra en la región de Paseo, antes de la Segunda Expedición de Arenales contra las tropas de Ricafort. Con fecha 7 de julio de 1821, San Martín expidió un decreto regularizando en cierto modo el reclutamiento. Este decreto dis– ponía que todos los hombres libres y solteros de 16 a 40 años de– bían presentarse a servir forzosamente por seis meses; los omisos serían enrolados por seis años ( 7). (7) Odriozola, Colee. Docs. Hist. Tom. 4, pág. 316.

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