La campaña libertadora de Junín y Ayacucho
LA CAMPA!'.A LIBERTADORA DE JUNIN Y AYACUCHO 37 vacile en presentar una batalla. Aunque contáramos con menor fuerza, estoy seguro de que alcanzaríamos la victoria, porque un soldado republicano que tiene conciencia de su libertad, vale por dento de los que gimen bajo la servidumbre. No está lejos el cam– po que la mano del destino tiene señalado a los hijos de la gloria para batir el orgullo de los vencedores de catorce años" (23). Bolívar retornó al Cerro de Paseo, acompañado por sus gene– rales y por su Estado Mayor General. El ejército se acuarteló nue– vamente con la finalidad de prepararse para la agotadora mar– c.:ha que se avecinaba. Los cansados fueron retirados y destinados a otros lugares; se repartió asimismo, municiones a la tropa. Estando -dice López- algunos oficiales reunidos junto a la casa que ocupaba el Libertador en Paseo, escucharon a un pelo– tón de soldados decir: "¿No hemos vencido a los español~s en mu– chas ocasiones? Pues bien, aquí también serán vencidos, o debe– mos morir antes que mostrarles las espaldas". Tal era el estado anímico de las tropas. Como habíamos referido antes, Miller se hallaba por aquellos días al mando de los montoneros peruanos. El día 3, en la región de Yauli, este jefe recibió 700 nuevos jinetes, tras lo cual ocupó al día siguiente la Oroya. Desde allí notificó a Bolívar valiosísi– mas informaciones que le advertían del avance de Canterac por la ruta Este del lago de Reyes. El Libertador pudo así elaborar su plan de ataque, que consistía en seguir la dirección opuesta a la de los realistas, es decir, por la orilla occidental de dicho lago. Con este movimiento estaría facultado para sorprender a los virreinales y cortarles la retirada, forzándolos a presentar bata– lla. Otras ventajas de tomar esta ruta -dice Dellepiane- consis– tía en poder aprovechar las trabas que presentaba el vadeo del río Mantaro, que los protegería de un inesperado abordamiento del enemigo. Además, "se avanzaba en la dirección más favorable para la ofensiva, penetrando entre el ejército de Canterac y la (23) Manuel Antonio López. Recuerdos Históricos. Pág 172.
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