La campaña libertadora de Junín y Ayacucho
42 HUGO PEREYRA PLASENCIA Canterac había tenido la ocasión de observar estos mov1m1en– tos desde sus líneas y, viendo el optimismo y la animación que reinaba en su ejército y habiéndosele presentado una oportunidad que él mismo calificó de "extraordinariamente propicia", optó por orientar su soberbia caballería (arma en la que tenía más confian– za por ser españoles muchos de sus integrantes), hacia las líneas patriotas, organizando el ataque de la siguiente manera: Al frente de la formación de batalla, fueron puestos un escuadrón de Hú– sares de Fernando VII y otro de Dragones del Perú. A los cuatro escuadrones de la Unión los situó "dispuestos en columnas de me– dio regimiento sobre la misma línea, para favorecer de esta ma– nera el desbordamiento y envolvimiento del estrecho frente que tenía el enemigo" (27). En resumidas cuentas, la formación colo– nial presentaba dos líneas, estando la primera compuesta por cua– tro escuaéirones y la segunda por dos, situados atrás y a los ex– tremos de la primera. Entretanto, la situación se tornaba áspera para Necochea y sus acompañantes, pues el terreno que ocupaban era sumamente estrecho. Ello dio lugar a que se vieran precisados a presentar batalla en el orden que a continuación exponemos: -A la cabeza de la formación se situaron los dos escuadrones de Granaderos de Colombia, al mando de Felipe Braun. -El escuadrón de Granaderos de los Andes (denominado tam– bién de Buenos Aires) dirigido por el coronel Alejo Bruix y los tres de Húsares de Colombia, con Laurencio Silva, se colocaron en una sola línea a continuación de los Granade– ros Colombianos. -Los escuadrones 2'? y 3'? del Perú, guiados por Miller y Pla– sencia, recibieron la orden de acometer por la derecha rea– lista. Para tal efecto, hubieron de desplazarse un poco a la izquierda, en dirección a los pantanos. (27) Carlos Dellepiane. Ob. cit. Pág. 211.
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