La campaña libertadora de Junín y Ayacucho

48 HUGO PEREYRA PLASENCIA Bolívar recibió la primera noticia de la victoria en una nota de Miller, escrita con lápiz. Más tarde fueron llegando Carvajal, Silva y Braun, acompañados de los demás jinetes que gritaban extasiados: ¡Victoria! ¡Victoria! Cuando hubo arribado Miller, el Libertador lo recibió con un efusivo abrazo. Ramón Gascón y Loarte, jefe del estado mayor de la caballe– ría realista, recibió órdenes directas de Canterac de reunir a los dispersos, en momentos en que empezaba a anochecer. Acudió en el acto y logró recuperar alrededor de doscientos caballos, que se trajo hasta sus líneas. En ' el parte de la acción, que elevó Santa Cruz al Libertador, a la mañana siguiente en Reyes (37), las pérdidas de los realistas estuvieron evaluadas en "2 jefes, 12 oficiales y 245 hombres de tropa; 80 prisioneros, más de 400 caballos ensillados, la mayor parte de sus armas, muchos dispersos y gran número de heridos". En el mismo parte se mencionaba que las bajas patriotas consis– tieron "en 45 muertos y 99 heridos; entre los primeros el capitán Urbina de Granaderos de Colombia; el teniente Cortés, del pri– mer escuadrón del Perú, y el sargento mayor Lizárraga, edecán del señor general Miller. De. los segundos: el señor general Necochea, el Comandante Sowersby, Capitán Vargas y Alférez Rodríguez, del regimiento del Perú; el Alférez Ferrer, de Granaderos de Colombia; el teniente Allende, de Granaderos de los Andes, y el Capitán Peraza, teniente Tapia y Alférez Lanza, de Húsares de Colombia". El cuadro de muertos y heridos que nos da, es el siguiente: (37) Este parte se halla consignado en la obra Junín y Ayacucho de Daniel Florencio O'Leary, Pág. 129 a 133.

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx