La carta a los españoles americanos y su repercusión en la independencia de Hispanoamérica
"CARTA A LOS ESPA~OLES AMERICANOS" 33 la suerte y el destierro le propinaban a cada momento. Su espíritu indo– mable -dice Jerónimo Alvarado- no se rindió nunca 36 • Por el contra– rio supo sobreponerse a esta situación y acicateado por el recuerdo de su querida América "...concibió la idea de que era hora de dar libertad al continente austral y con un tesón que revela su entereza puso en jue– go todos los medios de que disponía para llevar adelante su propósito" 37 • En síntesis, los años duros y magros en el destierro sirvieron para ahondar en el ánimo de Viscardo su cariño y afecto por la patria perua– na y por la patria americana en general, al tiempo que maduraba su an– helo revolucionario e ideal separatista. 5. Las conversaciones con las autoridades inglesas partidarias de la emancipación americana 38 .- A no dudarlo, las relaciones que mantuvo el ex-jesuita con las autoridades inglesas constituyen un capítulo funda– mental de su vida, al punto que puede afirmarse que las inició casi a los diez años de su establecimiento en Massacarrara y las mantuvo hasta poco antes de morir. Viscardo estaba convencido, como lo estaba también el otro gran precursor americano don Francisco de Miranda, de que para liberar a Amé– rica del yugo español era indispensable la intervención y ayuda efectiva de una potencia europea. Francia e Inglaterra eran las más indicadas en aquel momento, sobre todo, esta última debido a su poderío naval. Además había un antecedente digno de tenerse en cuenta en la coyun– tura de las relaciones internacionales de entonces: España años atrás había favorecido la insurrección de las colonias inglesas de Norteamé– rica. Esto lo sabía perfectamente el arequipeño y trataba, políticamen– te, de aprovecharlo al máximo. Con este argumento en sus manos, a los treinta y tres años de edad, empezó el ex-jesuita su ardua y prolongada etapa de precursor separatista, adelántandose así al patriota venezola– no. En primer término buscó interesar a Inglaterra por la suerte de Amé– rica, cosa que logró con todo éxito e incluso consiguió ser oido por al– tos funcionarios y obtener una pensión de 300 libras para subsistir; en se– gunda instancia procuró el apoyo material del gobierno británico para lle– var adelante sus planes independentistas, asunto en el que fracasó rotunda- 36. ALVARADO, Jerónimo... Op. cit. Cap. IX, pp. 98-99. 37. VARGAS UGARTE, Rubén S. J ... La Carta... p. 18. 38. No se tiene la intención de presentar detalladamente este asunto; sólo anun– ciar algunas notas generales.
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