La carta a los españoles americanos y su repercusión en la independencia de Hispanoamérica

58 RAUL PALACIOS RODRIGUEZ sólo encontramos la cita simple de estos autores "sino la expresión del pensamiento de cada uno de ellos para aclarar, justificar y exponer sus ideas", como atinadamente lo advierte el historiador nacional Gustavo Vergara. Realmente, Viscardo a la luz de su folleto se nos presenta co– mo un hombre que no ha seguido unilateralmente a un pensador o escue– la determinada. Por el contrario, sn espíritu se mostró abierto y recepti– vo, unas veces a las tendencias políticas contemporáneas y otras a las enseñanzas tradicionales. De ahí que doctrinalmente se le considere como un pensador ecléctico por excelencia: ". . . supo conciliar en su concepción política todas las doc– trinas que podían servir a su causa revolucionaria. Si pa– ra impugnar la obra de la corona española en el orden administrativo sirven los testimonios del cronista Herre– ra, del P. las Casas y de Garcilaso, los usa; si para pre– sentar la injusticia de la independencia de los vastos te– rritorios de España la cita de Montesquieu ilustrará el criterio de las gentes, la emplea también y pone énfasis en ella, aunque su pensamiento político esté inspirado en Rousseau, en los republicanos norteamericanos como Tho– mas J efferson y, para llegar a la raíz misma de esta li– nea ideológica, en el filósofo inglés John Locke..." 28 • 6. El carácter de proclama y no de documento erudito del testimonio.– Es evidente la actitud directa y enfática de Viscardo al proclamar sin va– cilación los postulados de la independencia hispanoamericana. Así lo en– tienden y aceptan dos grandes historiadores peruanos, el padre Rubén Vargas Ugarte y José Agustín de la Puente. ¿Por qué decimos que la Carta tiene un carácter de proclama y no de obra erudita? La respuesta está en la ·naturaleza misma del vibrante alegato, amén de la fecha en que es volcada al papel. Lo planteado en el folleto es un fiel reflejo del carácter "fuerte y volcánico" de quien ha estado por muchos años lejos de su patria y sobre quien pesa una vida dura e intranquila. Por lo tanto, es en esta situación específica en la que debemos comprender al hombre antes que al erudito. 28. PACHECO VELEZ, César... Dimensión ... p. 7.