La carta a los españoles americanos y su repercusión en la independencia de Hispanoamérica
66 RAUL PALACIOS RODRIGUEZ epítetos por demás variados: "sanguijuelas empleadas por el gobierno para nuestra opresión" 8 , "pícaros imbéciles" 9 y "enjambre de aventu– reros" 1 º y como si esto fuera poco los hace culpable de todos los ma– les de que son víctimas los americanos, sin recibir siquiera castigo o amonestación alguna. Dice así: "...hemos sido entregados al orgullo, a la injusticia, a la rapacidad de los ministros, tan avaros, por lo me– nos como los favoritos de Carlos V. Implacables para con unas gentes que no conocen y miran como extranjeros, procuran solamente satisfa– cer su codicia con la perfecta seguridad de que su conducta inicua se– rá impune, ignorada del soberano" 11 • Por último, como víctima directa de él, condena al gobierno absolutista por considerarlo causante de una serie de arbitrariedades, como por ejemplo, la supresión de la libertad individual 12 y la ruina de los Estados, convirtiendo "la autoridad del Rey y de sus ministros en ley · universal" 13 • B. El tema social.- Sin duda Viscardo era gran conocedor del esta– do social en se hallaban sus compatriotas allende el mar; más aún, sa– bía a ciencia cierta que entre criollos y peninsulares, más claro entre el nativo blanco, descendiente de conquistadores colonos, y el español ve– nido de la Península, existía una desigualdad con características de abier– ta rivalidad. Este antagonismo ( presentado con visos de alarma por los viajeros científicos Jorge Juan y Antonio de Ulloa en sus "Noticias secre– tas de América") es recogido fielmente por nuestro autor y explotado magníficamente de acuerdo a sus propósitos subversivos. C. El tema económico.- En esta parte las reflexiones del ex-jesuita gi– ran en torno, preferentemente, del monopolio comercial 14 ; sus criticas son incisivas pero mucho más ajustadas a la realidad. Acerca de este monopolio, que Viscardo lo califica de "tiranía mercantil", afirma categóri– camente: " .. .nosotros somos los únicos a quienes el gobierno obliga a– comprar lo que necesitamos a los precios más altos y a vender nuestros productos a los precios más bajos". Pero eso no es todo, España para 8. 1bidem. p. 137. 9. 1bidem. p. 157. 10. 1bidem. pp. 135-136. 11. 1bidem. p. 135. 12. Sobre este punto, que lo vivió en carne propia, Viscardo se explaya a partir de la página 143. 13. 1bidem. p. 146. 14. Su presentación empieza en la pág. 130 hacia adelante.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx