La carta a los españoles americanos y su repercusión en la independencia de Hispanoamérica

84 RAUL PALACIOS RODRIGUEZ han la inconcebible ingratitud, inauditas crueldades y persecuciones atro– ces del gobierno español, desde el momento casi de su descubrimiento, lean la Epístola adjunta de D. Juan Viscardo, de la Compañía de Jesús, dirigida a sus compatriotas; y hallarán en ella irrefragables pruebas, y sólidos argumentos en favor de nuestra causa, dictados por un varón santo, y a tiempo de dejar el mundo, para aparecer ante el Creador del Universo" 19 • Al tiempo que recomendaba su lectura en las "Parroquias y Casas de Ayuntamiento una vez al día por lo menos" 20 • En esta, como en la anterior expedición, la Carta no alcanzó la di– vulgación deseable, no obstante el celo y el empeño de Miranda por con– seguirlo. Los pocos ejemplares que lograron circular pronto fueron re– quisados por las autoridades españolas y quemados, junto con el retra– to de Miranda y los emblemas patrios ideados por él, en la Plaza Mayor de Caracas. Pero es posible que de los ejemplares repartidos algunos escapasen a la pesquisa de Guevara Vasconcelos, pues en el mismo año circularon, clandestinamente, en la capital venezolana y un año después en Cumaná. El 7 de agosto Miranda decide abandonar la ciudad de Coro para es– tablecerse en las inmediaciones del mar. Seis días después, al lado de sus compañeros de infortunio, emprende viaje con dirección a Aruba, al nor-oeste de Venezuela, dejando abandonado en la playa el material de imprenta que había llevado. Según Batllori después del fracaso de Ocumare y Coro la difusión en gran escala de la Carta disminuyó considerablemente, al punto que su uso fue más "doméstico" que subversivo. En efecto, el testimonio de Dauxion-Lavaysse revela que las páginas impresas de la Carta, del Con– trato Social, de los escritos de Thomas Paine y de los Derechos del Hom– bre comentados por Picornell, se utilizaban en las tiendas de Cumaná pa– ra envolver víveres. A partir de este momento la inquietud de Miranda se dirigió hacia otros horizontes: Europa. El fracaso en la lucha por la libertad de su pa~ tria le había enseñado que aún faltaban unos años para lograr la con– ciencia revolucionaria en favor de la separación. 19. Loe. cit. 20. Loe. cit.

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