La carta a los españoles americanos y su repercusión en la independencia de Hispanoamérica
86 RAUL PALACIOS RODRIGUEZ ca desde luego todo su actividad para sofocarla, pereceremos, sin du– da, a la fuerza de los engaños jesuíticos y de la conjuración que se in– tenta con el título de la humanidad y del patriotismo" 25 • Las críticas a la persona de Viscardo, digamos que no son diferentes a las aquí apunta– das. Finalizando el informe, los severos censores recomiendan la total destrucción del libelo viscardino, no sin antes tomar las precauciones pa– ra asegurarla. El informe pasó a manos del Fiscal de la Audiencia, quien siguiendo la recomendación pide en su dictamen de 24 de setiem– bre que se requisen todos los ejemplares de la Carta, prohibiendo su cir– culación. Aquel mismo día libraron los Oidores, D. Bernardo de Prado y Ovejero y el Licenciado Isidro Sainz de Alfaro, un auto para que así se ejecutase, mandando se inserte la prohibición en el primer edicto que apareciese. A pesar de todas estas amenazas y del empeño de los realistas por evitar su divulgación, los insurgentes mexicanos se las ingeniaron para hacer uso de ella en pro de sus fines revolucionarios. Y así vemos como a los dos años de su prohibición, la Carta era utilizada por los "Guada– lupes", anónimos corresponsales del patriotas José María Morelos 26 • En efecto, con fecha 17 de octubre de 1812 le escriben a Morelos anun– ciándole el envío de dos "preciosos impresos": el escrito de Viscardo y un documento de don José Alvarez de Toledo, al mismo tiempo que le re– comendaban su pronta reimpresión 27 • D. Buenos Aires.- Es sabido que la labor revolucionaria de los patrio– tas argentinos se intensifica a fines de la primera década del XIX, luchan– do abiertamente a favor de su independencia. En esta brega por la liber– tad de su patria la ciudad de Buenos Aires desempeñó un papel digno de mención, constituyéndose en el centro de la actividad subversiva. ¿ Circuló la Carta de Viscardo entre los rebeldes del sur? Todo lleva a afirmar que sí. En efecto, existen pruebas que en los años de 1808 y 1809 Miranda envía desde Londres, después de su doble fracaso de Ocu– mare y Coro, correspondencia revolucionaria a los insurgentes de varias ciudades americanas, entre ellas, Buenos Aires. El propósito no era otro 25. Loe. cit. 26. Angel Grisanti (La personalidad de Juan Pablo Viscardo. En: HOMENAJE...) suponía que el "hermano Guadalupe" no era otro que Juan Javier Clavi– gero. Batllori afirma que esto no es exacto. 27. BATLLORI, Miguel S. J ... Op. cit. Documento NI? 87.
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