La expedición libertadora

168 En el momento que el director me despache, volveré á mi ín– sula cuyana: la maldita suerte no ha querido el que yo no me hallare en mi pueblo para el día de Ja celebración de la indepen· dencia, crea usted que hubiera echado la casa por la ventana. Muchas cosas á los compañeros y el afecto y amistad de éste su mejor amigo. José de Sn. Martín. (91) Córdoba, 22 de julio de 1816. Señor don Tomás Godoy y Cruz. Mi amado amigo: Al fin estaba reservado á un diputado de Cuyo ser el presi– dente del congreso que declaró la independencia; yo doy á la provincia mil parabienes de tal incidencia. Recibí la de usted del 13; es preciso tener mucha paciencia r;omo usted me dice para que los hombres que piensan no se aburran con los de el Ergo, pero éste y otros mil sacrificios más son necesarios para que la nave llegue á puerto. Me he visto con el dignísimo director que tan acertadamente han nombrado ustedes; ya sabe usted que no soy aventurado, eu mis cálculos, pero desde ahora les anuncio que la unión será inalterable, pues estoy seguro que todo lo va á transar en dos días con sus noches, hemos trazado todo, ya no nos resta más que empezar á obrar, al efecto, pasado mañana partimos cada :mo para su destino, con los mejores deseos de trabajar en la gran causa. Ya digo a Laprida lo admirable que me parece el plan de un inca á la cabeza, las ventajas son geométricas, pero por la pa– tria les suplico no nos metan en una regencia de personas; en e.! momento que pase de una, todo se paraliza y nos lleva el dia– blo; al efecto, no hay más que variar de nombre á nuestro di– rector y queda un regente: esto es lo seguro para que salgamos

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