La expedición libertadora

61 Excmo. Señor.-...:on fecha 29 del pasado tuve el honor de expresar á V. E. mi dictámen en cuanto á Jos movimientos so· bre Chile y conducta que habria de observarst Allí expuse la necesidad absoluta de llevar una fuerza de caballeria de ochocien– tos hombres. No apuraré or ahora las causas que los influyen. 1/. E . tiene suficientes nociones de aquel país, alternativamente-. ya montuoso, ya llano, y donde el enemigo, sobre los cuerpos de húsares, dragones y carabineros, puede aumentar su número y fuerza en proporcion de sus abundantes recursos; contraígome solo á proponer á V. E. el medio de hacernos de esta fuerza de un modo ventajoso y acaso único. El único que se presenta, es reunir en este ejército el regí miento de Granaderos á Caballo, disponiendo V. E. vengan los esquadrones 1~ y 2~ que sirven en el Perú, examinando Ja doble ventaja que al estado resulta de esta medida. Aquel ejército, cuenta con tres cuerpos de caballería. Drago– nes de la Patria, idem del Perú y los Granaderos. Se deduce, que quando no Jo sean superabundantes á lo menos es física– mente imposible conservarlos en su integridad. De ello estoy con– vencido íntimamente, por nociones prácticas y otros conocimien– tos que tengo de la esterilidad y escasez de caballos de aquel país. De modo que, no correspondiendo por la penuria misma del clima Ja fuerza efectiva á la natural que exige cada cuerpo, podria existir aquella disminuido el número de estos. Por el contrario, el Exto. de Cuyo recibirá un poderoso re– fuerzo con la reunion de esos esquadrones, cuya base veteraniza– da en una activa escuela militar es superior é infinitamente á ('Ualquiera tropa que de nuevo se crease. Mas, su marcha desde d Perú á este punto, efectuada por la via de Tucurnan, Cata– marca y la Rioja, exigen menos costos (que se obliga á cargar esta provincia) que los que demanda una nueva creación. Sobre todo, unido el regimiento, debe obrar proporcionalmente en una potencia doble á la que tiene dividido, y aun acaso triple que á igual fuerza resultaria de trozos correspondientes á diversos cuerpos, no solo por la natural debilidad que se sigue esencial– mente á toda division, sino por la falta de unidad y concordia en el modo y forma de las operaciones. De todo resulta, que sin necesidad de recrecer la fuerza ar– mada, con darse solo un mas adequado destino á dichos es– quadrones, logra el Estado aumentar su poder, sin los desfalcos <le! erario con nuevas erogaciones. V. E., dignándose pesar estas razones, determinará lo que sea de su supremo agrado.-Men-

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