La expedición libertadora

97 Por una fragata venida a Mon tevideo ha recibido don Ambrosio Lezica cartas de Cádiz. Una de 8 de marzo tiene el capítulo si– guiente: "Se ha sabido la desgracia del convoy que salió el 21 de mayo para el mar del Sur . Aquí estaban embarcados para el mismo des– tino 1200 hombres en cuatro transportes, el navío San Telmo, de 74 y la fragata Diana de 40; y ha venido orden de desembarcar la tropa y que salgan los dos buques de guerra citados con el navío primero, Alejandro de 74, a los cuales deberá seguir pronto el San Fernando de 74, para el mismo destino. Estos dos eran rusos, y se cree que la tropa seguirá después por Portobelo y Panamá". Esto supone que ya se ha desistido de la grande expedición contra Buenos Aires, Jo cual se confirma por otra carta de Gibral– tar, escrita al mismo Lezica por su apoderado, en que le dice: "Re– mitiré luego que vuelva Ja fragata María a Buenos Aires y debe su– ponerse que este apoderado tiene orden de hacerla volver sólo en el caso que no haya expedición". Chile es ahora el del riesgo próximo y yo creo que aunque Cochrane haga milagros siempre tendrá que cerrarse en nuestros puertos para no ser víctima de fuerzas tan superiores. La fragata Horado pudo haberle sido de algún auxilio; pero se nos fué para el J aneiro. Desde allí nos hace forzosa Skinner, exigiendo se le pague de contado la mitad de la deuda en efectivo y se Je den bue– nas fianzas por el resto. Hasta ahora no sabemos cuál sea su al-. canee líquido, porque Aguirre a unque dice privadamente al gobier– no de Chile y a mí, que los cargos son ilegítimos y las cuentas frau– dulentas, en público no ha querido comprometerse con ellos sin du– da porque también le oculten varios renuncios de su manejo que yo le he justificado por otras vías. Al amigo Thwaites había suplicado escribiese a usted a mi nombre todas las noticias, porque no esperaba tener tiempo de hacerlo por este extraordinario. Sane usted, mi General, y mi amigo y mande como guste a su sincero apasionado. Miguel Zaiiartú. P.D.-Uno de los espías que tiene este Gobierno en Montevi– deo, asegura que Carrera ha faltado de aquel punto días ha y que sabe haber aquel Catilina entablado correspondencia con N. Ramí– rez, comandante de Entre Ríos, solicitando le franquease el paso